por MartaGPeris | Sep 28, 2017 | terapia de pareja
Desde que hablé de la Filofobia o miedo al amor en Proyecto Kahlo me han llegado muchas consultas sobre este tema. Al principio fueron personas que se sentían identificadas con ello, que lo padecían y querían ponerle remedio. Algunxs se quedaron en una respuesta puntual -y luego sólo escuché grillos- y otrxs se animaron a hacer terapia para trabajárselo y, de esa manera, poder vivir sin miedo. Por eso, dejé unos consejillos que podéis leer pinchando aquí. De un tiempo a esta parte las consultas fueron yendo por otros derroteros. Eran personas que estaban iniciando relaciones -o , mejor dicho, intentándolo- con personas con miedo al amor o al compromiso y que me pedían consejo para saber qué hacer y cómo actuar para que no saliese corriendo. Desafortunadamente esta es una consulta que no suele tener un trasfondo positivo. No puedo hacer un listado de cositas a hacer. No puedo decirte qué movimientos van a conseguir que esa persona que padece filofobia se lance a una relación. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque la persona que tiene el problema es la que se lo tiene que trabajar. Poniendo un ejemplo -con nombres inventados- María me decía que, para que Mario no huyese, controlaba muchísimo si llamarle o no, intentaba no contarle ningún problema que tuviese para “no agobiarle”, siempre le recibía con una sonrisa, nunca sacaba el tema de volver a quedar, intentaba no reprocharle sus desapariciones aunque fuesen continuas,… ¿Todo esto evita que la persona miedosa salga corriendo? Si. ¿Todo esto hace que establezcas una relación de pareja con ella? No. Por un lado porque esa persona no eres...