En este tercer episodio podemos ver como en los 70’s empiezan a celebrar y a disfrutar todo lo conseguido durante la década anterior. David Bowie y otros artistas andróginos o vestidos de mujer (Mick Jagger, Lou Reed) están de moda, querían parecer gays y juegan con los géneros revolucionando el panorama musical.

La liberación de los heterosexuales inspira a los homosexuales que también quieren su propia liberación. Los armarios empezaron a abrirse y centenares de personas manifestaban su orientación sexual sin pelos en la lengua y orgullosos por ello.

Hay que tener en cuenta que este era un gran paso ya que durante los 50’s y 60’s la homosexualidad era considerada una enfermedad mental y se incluía en el manual diagnóstico del APA (Asociación Americana de Psiquiatría). Muchos hombres intentaron «curarse» y el tratamiento consistía en hacerles ver imágenes de desnudos masculinos al mismo tiempo que recibían descargas eléctricas…un condicionamiento clásico brutal e inhumano. No fue hasta 1973, que el APA excluye la homosexualidad de su lista de desordenes sexuales.

En los 70’s el movimiento feminista empieza a cuestionar las revistas como Playboy ya que consideran que la mujer sólo se ve como objeto sexual, pero la revista Cosmopolitan da la vuelta a la tortilla con la publicación de fotografías de hombres desnudos. El primero en estrenarla fue Burt Reynolds.

Libros como «The joy of Sex» (Alex Comfort, 1972) cosechan éxitos inesperados, por las ganas que tenía la gente de aprender técnicas sexuales. Ya estamos liberados, perfecto, podemos hacer lo que queramos, genial y ahora…¿cómo lo hacemos?. Y de esa manera se convirtió en el libro sobre la mesilla por excelencia.

El mundo pornográfico crece y películas como «Garganta profunda» o «Detrás de la puerta verde» hacen que suceda lo nunca visto: ¡colas en el cine para ver una película porno!. Las películas son estrenadas en todo el mundo y «Detrás de la puerta verde» es presentada en el Festival de Cannes.

Anita Bryant echa pestes sobre los homosexuales de una manera denigrante mientras Harvey Milk revoluciona el mundo siendo el primer homosexual elegido para un cargo público. Castro Street, en San Francisco, se convierte en la primera zona donde los homosexuales se concentran y viven libre y felizmente.

Pero en este país como es América (aunque no necesitaríamos cruzar el charco para hablar de esto) nos encontramos también con el otro lado de la moneda. A la vez que las películas porno se convertían en éxitos de taquilla, quitaban la foto de la actriz principal que aparecía en una publicidad de detergentes…parece ser que esa mujer no podía estar en la gran pantalla a la vez que en el armario de la cocina. Y, por otro lado, la ilusión y esperanza de los homosexuales se veía truncada siendo Harvey Milk asesinado, junto con el alcalde de San Francisco,por una persona que declaró que había enloquecido ¡por comer comida basura! y sólo fue condenado a la pena mínima, a pesar de haber matado a 2 personas…si ahí no hay un componente homofóbico que me lo digan.

La verdad es que este tercer episodio deja con ganas de más así que en breve vamos a por el cuarto y último.