por MartaGPeris | Sep 25, 2017 | instagram
Tocas un cactus. ¡Ay! Te pinchas. Duele. Y la próxima vez que vayas a tocar un cactus decidirás que es mejor no hacerlo. ? Los cactus no son malos. Los cactus tienen espinas para protegerse. Los cactus prefieren herirte, si te acercas demasiado, antes de que les hieras tú a ellos. ? Y existen las personas cactus. ? Aquellas que se sienten tan pequeñitas, tan vulnerables, que han desarrollado una estrategia de violencia pasiva -y a veces activa- para ahuyentar a quien se acerque demasiado. ? Piensan que así se protegen, que así evitan el dolor. ? Pero las distancias a veces engañan y las personas que nos tocan realmente, las que lo hacen por dentro, no necesitan acercarse tanto. ? Y por muchas espinas, mucha tierra, mucho tiesto y poca agua… el día que menos lo esperas te has abierto de nuevo sin darte cuenta. Se ha abierto la flor. ?? Pero no dejes que esa flor te haga olvidar las espinas que creaste a tu alrededor, esa burbuja convertida en jaula que aún sigue ahí. ?? Aprovecha tu propio descuido, aprovecha que miras para otro lado, aprovecha lo que estás sintiendo y hazte fuerte. Pero de verdad. Di adiós a las espinas, piérdelas una por una y prepárate a sentir. ?? Sin barreras, sin artificios, sin escudo. Siente felicidad, siente dolor. Pero SIENTE. ?????????? ____ Sígueme en Instagram para no perderte estas cosillas...