Sororidad sexual

Sororidad sexual

En septiembre descansamos en Proyecto Kahlo y no habrá artículo nuevo que enseñaros… ¡pero no lloréis ni os lamentéis! que, como he estado desaparecida del mapa no compartí con vosotrxs el artículo que se publicó en agosto así que si que tenéis algo que leer, comentar, criticar, reenviar,… vamos, ¡lo que queráis! En él hablo de la sororidad en temas relacionados con la sexualidad. Como nos juntamos, aprendemos entre nosotras, compartimos experiencias y creamos vínculos muy fuertes. Abro una mirilla por la que cotillear esa habitación, cafetería o parque en la que hablábamos sobre nuestras inquietudes sexuales cuando eramos más pequeñas y, por supuesto, cuando ya no lo somos tanto. Podéis leerlo pinchando aquí. La preciosísima ilustración es de Amanda que hace cositas sencillamente maravillosas y divertidas. Si queréis podéis seguirla en Facebook o en...

Los complejos no caben en la cama

Hoy me encontraba en el e-mail una historia. Una historia que es la primera vez que esta chica me la manda pero una historia que he oído muchas veces. No es una historia que pase de generación en generación ni algo que forme parte de la cultura popular, es una historia individual, personal, única y, sin embargo, compartida. Su historia va sobre complejos, sobre no estar a gusto en su propio cuerpo, sobre sentirse fea y apartar las manos de su pareja cuando éstas van a entrar en contacto con determinadas zonas de su cuerpo. Las aparta para que no toque el «michelín», para que no sienta las estrías que a los ojos de ella son auténticas diaclasas… El problema es que ella está pendiente de eso, de la luz, de que no vea su lunar allí, su manchita aquí, el pecho, la piel, su ser. Y con las preocupaciones no deja hueco a disfrutar, a excitarse, no está a lo que tendría que estar, interpreta un papel y deja al placer marcharse. No, no, no. Aprendamos a querernos, a disfrutar de nuestros cuerpos sean como sean y a entender que la importancia que esos «defectillos» tienen sólo es la que nosotras mismas les demos. Os dejo el enlace a un artículo que escribí sobre esto y que creo que os puede gustar pinchando aquí. Igual si que es una historia que pasa de generación en generación. Igual si que forma parte de la cultura popular. Igual es hora de que cambiemos el...

El «blue monday»

Supongo que lo habéis escuchado, está en las noticias y por todas partes, el ya famoso «blue monday» con su coletilla «el día más triste del año«… Entiendo, acepto y comparto realidades como «la noche más larga o corta del año» pero cosillas como estas… pues no. Hoy es un día más, un lunes cualquiera, pero hay a quienes estás cosillas les afectan y es que tenemos entre nosotros a dos tipos de personas: – Por un lado están los que se han ganado el apelativo de los blue mondays, aquellas personas que se dejan llevar por la noticia, que se sugestionan, que igual no están pasando por un buen momento y que al leer o escuchar eso se les hace el día aún un poquito más cuesta arriba, los que, al hablar de melancolía se pusieron melancólicos y los que, al hablar de tristeza, tiraron una caña en su memoria pescando alguna de sus vivencias mas tristes. – Por otro lado nos encontramos a los que voy a llamar los happy mondays, los rebeldes, los que siguen la máxima «dime A y haré B», los que no sólo se rien ante la noticia sino que optan por disfrutar el día, los que escucharon melancolía y recordaron una anécdota de cuando eran peques, los que escucharon tristeza y decidieron regalar una sonrisa a los que les rodeaban. Todos somos blue mondays y happy mondays, todos tenemos el día que nos levantamos cual Hombres G dando un salto mortal y también tenemos el día en que parece que el espíritu de Murphy se ha adueñado de nosotros y vamos cumpliendo a rajatabla su...

15 consejos MÁS para sentirse mejor

Si 15 Consejos para sentirse mejor no fueron suficientes, aquí os dejo 15 más que espero que también os sirvan en vuestra vida 🙂 1. El fracaso es aprendizaje. Todos podemos fracasar en algo, de hecho, si te paras a pensar en alguna persona que admires seguro que esa también ha fracasado en algo, es normal, no somos perfectos (¡ni ganas!) y para aprender también hay que equivocarse. Así que no le des tantas vueltas, no te quedes tumbado en el suelo después de la caída, levántate y mira hacia el futuro e intenta no volver a tropezarte en la misma piedra. Eso si, también asume que los seres humanos somos expertos en eso por lo que, si así fuera, tampoco seas tan dura/o contigo. 2. Ponte fechas límite. Somos así, muchas veces «dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy» porque hay cosas que dan pereza hacer no tenemos a alguien que nos haya puesto una fecha límite para hacerlo… ¿y si lo hacemos nosotros? ¿y si en vez de vivir con un «consumir preferentemente antes de…» vivimos con una «fecha de caducidad» en nuestras acciones? nos quitaríamos muchas cargas de encima y viviríamos más tranquilos y relajados. Además, ya sabéis como son estas cosas, basta que no hagas algo para que te venga a la cabeza en los momentos más inoportunos, como por ejemplo, cuando nos intentamos dormir. Un, dos, tres… responda otra vez. 3. No te rayes. Repetir pensamientos constantemente no es bueno porque al final conseguimos agrandar los problemas y disminuir las alegrías. Si te descubres pensando una y otra vez lo mismo puedes probar...

15 consejos para sentirte mejor

1. ¡Música! Todos tenéis en la recámara esas canciones/grupos que te motivan, te dan buen rollo, las que, sin quererlo, hacen que tu cuerpo se mueva a su son. ¿Por qué siempre que estamos un poco bajos de ánimo tiramos de canciones lentas y melancólicas? una actitud un poco masoquista, ¿verdad? ¿Mi consejo? créate una lista de reproducción (o CD o derivados) de canciones que te gusten, que suelas disfrutar cuando estés alegre, que hagan que salga en ti el Pavarotti de la ducha y vívelas, disfrútalas, báilalas y cántalas, verás como te hace sentir mejor. 2. Planea hacer algo… ¡y hazlo! Cuantas veces se quedan cosas en el tintero, «no, si me apetecía quedar con X para tomar algo pero…», «iba a hacer un curso de eso pero…», «había pensado decirle aquello pero…»… ¡basta de peros y de peras! Si hay algo que te apetezca hacerlo, hazlo y disfrútalo, no busques excusas, no dejes que la rutina o la vagancia te puedan y regálate muchísimos momentos de estos. Puedes planear algo excitante, que te apetezca mucho hacer y ya sólo con el proceso te sentirás mejor. 3. Prueba algo nuevo. Muchas veces no salimos del ABC de nuestra vida o del sota-caballo-rey…injusto, será por letras en el alfabeto y cartas en la baraja, prueba a hacer cosas nuevas y rompe con tu rutina. 4. Utiliza tu cuerpo. ¿Sabes que pasa si empiezas a mover una pierna de manera rápida y continua? qué al final te pones nerviosa/o, te aceleras, haces que tu cuerpo te cree esa sensación de intranquilidad…lo bueno es que al revés también funciona, ¿estás con...

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