por MartaGPeris | Sep 15, 2015 | educación sexual
Las preguntas relacionadas con la sexualidad muchas veces se convierten en una fuente de estrés para los padres y madres… ¿qué le digo? ¿cómo? ¿hasta dónde le cuento? ¿a partir de que edad? La verdad es que la educación sexual ha sido para muchas generaciones algo inexistente y casi todo lo hemos aprendido por amigos, revistas, cine, etc. Aún recuerdo una charla que nos vinieron a dar en su día al colegio, ¿una sexóloga? ¡que va! una comercial de una conocida marca de tampones que más que nada nos hizo un repaso de los aparatos reproductores tanto masculinos y femeninos y de como se da la reproducción (algo que ya habíamos estudiado en clase) para luego hablar de la regla y aprovechar a hacernos la entrega de un «obsequio». ¿Interés en dar buena información a los adolescentes o ganar nuevas clientas? Ejem…no hace falta que conteste. A día de hoy cada vez hay más colegios que se inclinan por una verdadera educación sexual, unas charlas desde las que se informa, se enseña, se advierte y, muy importante, se responde a las preguntas. Personalmente me he llegado a encontrar preguntas de todo tipo, desde gente que tenía cierta base y quería saber más hasta la inocencia (¿o es desinformación?) de un niño que se preguntaba como su vecino había podido tener un hijo si era cojo… Está fenomenal que todos los temas, desde los más pequeños hasta los más complicados se puedan resolver en el colegio pero no hay que dejar de lado la información que se les de en casa porque, al fin y al cabo, es donde más confían, donde se sienten cómodos y donde la respuesta no se va a limitar a una retahíla biológica...