Cuando algo nos da miedo, tendemos a hacer lo que hacíamos de peques: escondernos, no mirar. ?
Pero a veces no funciona.
De hecho, al no mirar, sentimos aún más miedo porque… ¿seguirá ahí? ¿estoy a salvo? ?
Por eso a veces es bueno que nos quitemos el cojín de la cara, porque no ver algo no hace que desaparezca y porque en muchas ocasiones, cuando nos paramos a mirarlo, comprobamos que era peor lo que imaginábamos que lo que es en realidad.
El miedo se esconde en muchos sitios.
Aparece en cualquier momento o rincón.
El miedo a veces moviliza y otras paraliza, nos maneja a su antojo si le dejamos.
Por eso es importante analizar lo que se teme y entender que, a pesar de que a veces pueda resultar difícil, podemos superarlo, podemos enfrentarnos a él.
Superemos nuestras inseguridades y digamos bien alto: no te tengo miedo, ¡miedo! ?
Que la vida es más bonita cuando nos movemos hacia algo y no huyendo de algo ?
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Etiquetas: escritos, instagram, miedo