Sueños eróticos… uhmmm

¿Habéis tenido alguna vez un sueño erótico de esos que te «persiguen» todo el día? Yo hoy me he encontrado en esa situación y no es la primera vez. Son sueños tan vividos que los sientes como realidad y ¡wow! ¡que bien sientan! Muchos sueños los tenemos con figuras anónimas, con actores, cantantes, etc. y existen otros que los tenemos con personas de nuestra vida cotidiana. ¿Qué significa eso? ¿Te pone realmente esa persona por haberlo soñado? La verdad es que no tiene porqué, la respuesta sólo la puedes saber tú, ¿que sientes una vez dejas el manto de Morfeo? Puede parecer una cosa muy simple: es un sueño, una fantasía, un deseo, un miedo… al fin y al cabo algo etéreo… pero la verdad es que hay gente que lo vive con angustia, como si traicionasen a su pareja o algo. A ver, esto es un clásico, raro va a ser que sí tienes un sueño erótico sea con tu pareja, simple y llanamente porque eso lo tienes tan fácil como hacerlo, entonces muchas veces tiramos de otra gente y es habitual que ésta sea conocida. Esto no implica infidelidad ni que no te atraiga tu pareja ni es una llamada de un ser divino anunciando una posible separación, vamos, que no es el fin del mundo, que es algo inconsciente, lógico y sano, muy sano. Está muy bien que no quieras tener relaciones con nadie más que con tu pareja pero ¿ni en sueños? y más aún ¿ni en fantasías? ¡eso no hay que perdérselo! Disfrutemos de los sueños y de sus experiencias y si son tan vividas como...

Tic-tac, tic-tac: el reloj de la (no) maternidad

Yo no se si a vosotrxs os pasa pero es pasar de los 30 y llega la pregunta del millón, ¿para cuando un bebé? y ya si tienes algún sobrino ni te cuento porque se convierte como en obsesión lo de darle un «nuevo primito» y es cuando estudias lo que has hecho en tu vida, recuerdas todos los papeles que has leído, los e-mails recibidos,… y te preguntas ¿dónde firmé yo que iba a tener hijos? ¿o me lo colaron en las «bases legales» o la letra pequeña que todos leemos rigurosamente y aceptamos después de haberlas estudiado? si, va a ser eso. A mi me parece muy bien que la gente tenga hijos o quiera tenerlos pero me parece igual de respetable que alguien no quiera tenerlos, ¿no? pues parece que no. Se escucha de todo, desde que vas en contra de la naturaleza, que ese es nuestro fin en la existencia (…glup…) y blablabla. Porque no, no es lo mismo que un hombre diga que no quiere tener hijos a que lo diga una mujer. En el caso de los hombres se ve como «algo que pasa», simplemente se asume que hay quien quiere y quien no… LÓ-GI-CO. Pero en el caso de la mujer parece suponer un tipo de trastorno porque debe ser que todas venimos de serie con el famoso «instinto maternal» y ese «reloj biológico» que se activa en determinado momento «tic-tac, tic-tac» y sino «se nos pasa el arroz». Ver para creer. Si afirmas que no te ves de «mami» surgen 1001 argumentos: «pero si los niños te adoran», «si te encanta...

¿Soy una señorita?

Por lo general recibo e-mails con dudas, comentarios, buscando consejos, preguntando por si puedo tratar a alguien, agradeciendo que se hable de algún tema, etc. ¡la verdad es que sois un amor! pero hoy, para variar un poco y que no me canse de «buenrollismo» he recibido un e-mail en el que me ponían a parir y me retaban diciendo «como sabes que es verdad, de esto no hablarás» y yo, como soy así, pues aquí estoy, para que no se diga 🙂 Lo que esta persona me venía a decir se puede resumir en estas palabras (perdona que corte parte pero ni voy a poner un correo tan extenso ni voy a publicar insultos varios): «[…]hablas de que una chica puede masturbarse sin problema y eso no es algo que haga una señorita y mucho menos si usa un vibrador o inventos de esos que no es natural usar porque un hombre si se toca se toca él pero una chica puede usar eso además que tocarse no es de señoritas […] Una señorita de verdad se reservará para su hombre como siempre se ha hecho y dedicará su tiempo libre a cosas que no sean su cuerpo salvo que sea con el hombre […] no es usted una señorita y leyendo cosas como su blog puede pervertir a gente inocente o convertirles en homosexual o algo […]»   ¿Cómo os quedáis? A mi desde luego me queda una cosa clara y es que no, no soy una señorita. Y no se si una «señorita» se podrá masturbar o no pero lo que está claro es que una mujer...

¿Amigos o algo más?

Estaba leyendo el blog de mi compi Elena Jorquera, en el que ha estado hablando de si puede existir una verdadera amistad entre un hombre y una mujer. Os invito a que lo leáis pinchando aquí. Yo opino que si puede existir una relación de amistad y sólo amistad entre un hombre y una mujer, igual que creo puede existir entre dos hombres homosexuales o dos mujeres homosexuales. El que me guste tu sexo no significa que no te quiera como amigo. Del mismo modo puede pasar que una amistad se transforme en algo más con el paso del tiempo y no por eso esa antigua amistad empieza a «valer menos». Al sacar el tema Elena, la ausencia de respuesta por parte de algún hombre se ha hecho patente y me pregunto yo ¿será porque vosotros no creéis en la amistad entre hombres y mujeres? ¿siempre está ese as en la manga? ¿siempre está el «si pasa, pasa»? Y otra curiosidad que nos encontramos es la cantidad de mujeres que afirman creer en la posibilidad de una amistad con un hombre pero no les hace ninguna gracia cuando es su pareja el que tiene amigas, ¡totalmente contradictorio! ¿Vosotros que opináis  ¿Esta amistad sólo se da cuando se alinean los planetas o es algo habitual en vuestras vidas? Espero vuestras...

El síndrome de la silla vacía

Las fiestas de navidad son habitualmente fiestas muy bonitas, llenas de ilusión, vacaciones, niños en la calle, reuniones de familia, reencuentro con amigos, etc. pero también tienen el otro lado de la moneda…y es que esa magia que desprende puede hacer mucho daño cuando uno está triste en estas fechas. El «Síndrome de la silla vacía» es el nombre que se le ha dado a la primera navidad en la que esa persona no está, ya sea el padre, madre, hermano, abuelo,hijo,… y es que en momentos de supuesta alegría y felicidad siempre contrasta y se hace notar aún más la ausencia de un ser querido. Desgraciadamente sufrir este síndrome a lo largo de la vida es prácticamente inevitable y mucha gente opta por no celebrar la navidad, no cenar en familia, etc. Los momentos de duelo son duros y para algunos esa huída puede ser una gran salida mientras que para otros simplemente es un aplazamiento de ese duelo al que se volverán a enfrentar al año siguiente.Yo lo que recomendaría es celebrar estas fiestas recordándole acompañados de familia o amigos. A lo mejor al principio no te apetece y si es así y lo que quieres es pasarlo a solas estás en tu derecho ¡por supuesto! pero probablemente, si te das ese pequeño «empujoncito» hacia delante, al final lo agradezcas. Otro consejo sería permitirte sentir libremente, ¿que quiero decir con eso? que mucha gente, cuando está en fase de duelo, se siente mal si se ríe o se alegra de algo, le parece algo egoísta y feo hacia el que ya no está pero, seamos claros, somos...
Hola, me llamo Marta y soy… sexóloga

Hola, me llamo Marta y soy… sexóloga

Esta mañana me he encontrado en el e-mail la siguiente pregunta de Elena: «Marta, me gustaría saber como les contastes a tu familia y amigos que ibas a estudiar un master de sexología porque yo estoy en esa situación y se me hace muy difícil por lo que puedan pensar.» ¿La verdad? No me lo planteé, trabajar haciendo terapia sexual y de pareja era a lo que me quería dedicar y no le di más vueltas. ¿Cómo lo dije en mi entorno? Pues igual que si me hubiese decidido a hacer uno, yo que se, de Psicología Infantil por ejemplo, ¿por qué? porque para mi no tiene absolutamente nada de malo ni denigrante ni me convierte en nada raro. Eso si, te encontrarás con muchas respuestas por tu camino. Aquellos que cuando se enteran de que eres sexóloga sólo pueden añadir con mirada picarona «aaaah! entonces tu debes saber mucho de sexo, ¿me enseñas alguna cosa?» y tú te quedas pensando «que pena que la madurez no se enseñe aunque no estaría mal un poquito de respeto y educación» Luego están los que te miran y rezan por dentro para que no vayas al infierno porque claro, hablar de sexo tiene que ser pecado… y los que piensan que el estudiar sexología y la prostitución casi van de la mano…lamentable. Cuando estudié el master, en clase éramos todo mujeres y un único hombre  (un besito desde aquí a todas y a Luis!) y, cuando lo comentabas fuera, casi siempre se daban 2 respuestas: «¿sólo uno? es gay, ¿no?» y otra «¡que listo! ¡como se tiene que poner las botas!» El tipo de orgía que se pensaban que era...

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