Acabo de presenciar una de las escenas más dantescas que he visto en mi vida. Localización: Metro de Madrid. Andén. Muchísima gente en él ya que el tren que acaba de llegar «no admite viajeros». Entre toda esa gente una chica joven, de unos veinte y pico años con los ojos rojos y llorosos.
Creo que era casi inevitable no verla porque su cara no podría reflejar más tristeza, supongo fruto de una ruptura sentimental o la muerte de alguien cercano, pero vamos esto es deducción mía.
Como siempre, todo el mundo mira su ombligo, nadie hace nada, algunos por no saber que hacer ante esas situaciones, otros porque no reaccionarían ni si tuviesen un dragón echando fuego quemando sus cejitas y otros simplemente por respeto, por no invadir ese espacio tan personal.
Pero entre la muchedumbre una mujer se abre camino, se acerca a ella, la pone una mano encima del hombro, a lo que la chica no sólo no responde con un respingo sino que le devuelve una mirada casi de alivio. La mujer la mira y, con un tono de voz notablemente alto, le dice «¡¡pero niña!! ¡deja de llorar! ¡que esto es un lugar público y nadie tiene porque aguantar tus lágrimas! las mierdas las dejas en casa y dejas de joder el día a la gente que te vea o ¿que pretendes? ¿dar pena?».
Os juro que, a pesar de que en ese momento llegaba el siguiente metro, no he tenido que bajar ni un poquito la música para escuchar esto y que me han temblado las piernas. La reacción de la chica ha sido la más lógica dada su situación, se ha derrumbado, se ha puesto a llorar y ha entrado atropelladamente en el vagón.
Una vez dentro la mujer parecía tener una fijación y la iba siguiendo con la mirada haciendo gestos y diciendo «que vergüenza, comportarse así delante de desconocidos». No ha dado tiempo a que nadie dijese nada ni a que se cerrasen las puertas cuando la chica se encontraba de nuevo fuera y alejándose, supongo que para coger el siguiente.
Me he quedado helada. Que tipo de vida y educación habrá tenido esta señora para que mostrar sentimientos en público sea algo vergonzoso y castigado. Pobrecita.
Desde aquí reclamo nuestro derecho, el de TODOS, a estar tristes, alegres, risueños, etc. donde y cuando queramos que, afortunadamente, no todos somos de piedra como esta señora.
Etiquetas: metro madrid, sentimientos, suceso, tristeza
Que fuerte,no? Yo tambien me habria quedado helada con esta situación…vaya tela…pues es lo que tu dices…a saber que educación habrá recibido esta mujer…lo que es una verguenza es su falta de humanidad.
Un saludo 😉
que fuerte! justo se lo estaba comentando a mi compañero de piso, estaba allí y me ha parecido escalofriante.
Que pequeño es el mundo y que pena no saber que eras una de las personas del andén porq me habría acercado a presentarme.
Un placer leerte, siempre.
Un saludo!
Menuda escena. Gracias por recrearla. Que fríos podemos llegara ser todos. Estás cosas hacen templar la razón humana. Al leer el relato, pensé que la señora se iba a acercar para darle un poco de consuelo a la chica, pero menudo comportamiento el de la señora….
Qué fuerte! Qué escalofrío!
Sheila, lo que tu dices, falta de humanidad y de respeto y de todo. Gracias por escribir! me ha gustado verte de nuevo por aquí!
Petertrulli, el mundo es un pañuelo! La próxima vez que veas una locura así por el metro igual estoy por ahí 🙂 Gracias por tu comentario.
Jose Luis, eso mismo pensé yo!! por eso lo he intentado transmitir así…parecía en todo momento que se iba a acercar a consolarla o algo pero luego nos ha sorprendido a todos!! Lamentable…
Gracias por escribir!! 🙂
yo no he visto como se acercaba lo he visto cuando se ha puesto a gritar y p cierto yo tambien iba con musica y lo he oido claramente..
madre mia, sin palabras me he quedado. pero, qué podemos esperar de esta sociedad? no debería casi ni sorprendernos… yo se que tu tienes mucha fe en el ser humano, pero yo ninguna
ya sabes que yo creo en la bondad del ser humano y ninguna insensible del metro me baja del burro 😀
Permiteme una cariñosa corrección Marta. ¿Realmente crees que era una "señora" la que se ha acercado a la joven o un montón de sebo rodeando unos huesos y un cerebro de mosquito con mi respeto a estos últimos?
pues ahora que lo dices, Anónimo, creo que tienes toda la razón…pero dejaré lo de "señora" en el post por aquello que lo otro resulta muy largo 🙂
Como no lo dices tú, lo digo yo. Esa "señora" es una pedazo de hija de puta. Ojalá le pase algo en su vida y no esté ahí nadie para apoyarla. Muy fuerte y muy bueno el post!!
Marta, sigo creyendo que lo de la bondad humana es ciencia ficción… Estoy con Felipe, que hija de puta!!!
Philip, T., si, lo es! pero no hay que generalizar 🙂
"El respeto por los sentimientos ajenos es la mejor condición para una próspera y feliz vida de relaciones y afectos" (José Saramago)
¿Sabrá quien fue o tam siquiera habrá oido hablar de él la "individua" en cuestión?
Diría yo que no.
Gracias por el comentario, Anónimo. Pongo la frase de Saramago en la parte superior del blog 🙂
gran frase, sí señor!