Desde que hablé de la Filofobia o miedo al amor en Proyecto Kahlo me han llegado muchas consultas sobre este tema.
Al principio fueron personas que se sentían identificadas con ello, que lo padecían y querían ponerle remedio. Algunxs se quedaron en una respuesta puntual -y luego sólo escuché grillos- y otrxs se animaron a hacer terapia para trabajárselo y, de esa manera, poder vivir sin miedo. Por eso, dejé unos consejillos que podéis leer pinchando aquí.
De un tiempo a esta parte las consultas fueron yendo por otros derroteros. Eran personas que estaban iniciando relaciones -o , mejor dicho, intentándolo- con personas con miedo al amor o al compromiso y que me pedían consejo para saber qué hacer y cómo actuar para que no saliese corriendo.
Desafortunadamente esta es una consulta que no suele tener un trasfondo positivo. No puedo hacer un listado de cositas a hacer. No puedo decirte qué movimientos van a conseguir que esa persona que padece filofobia se lance a una relación. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque la persona que tiene el problema es la que se lo tiene que trabajar.
Poniendo un ejemplo -con nombres inventados- María me decía que, para que Mario no huyese, controlaba muchísimo si llamarle o no, intentaba no contarle ningún problema que tuviese para “no agobiarle”, siempre le recibía con una sonrisa, nunca sacaba el tema de volver a quedar, intentaba no reprocharle sus desapariciones aunque fuesen continuas,…
¿Todo esto evita que la persona miedosa salga corriendo? Si.
¿Todo esto hace que establezcas una relación de pareja con ella? No.
Por un lado porque esa persona no eres tú. No se tiene una relación de pareja sana si siempre estás midiendo qué contar y qué no, si siempre tienes que estar pendiente de que algo le pueda hacer saltar, si tienes que vivir una vida falsa sin tristeza ni ira porque puedes espantarle. Esa persona no te puede conocer porque su miedo está creando en ti otro: el miedo a que desaparezca.
Además, por mucho que hagas o deshagas, a pesar de que acerques la montaña a Mahoma o que consigas traerle la luna, a su interior, a su miedo y sus pensamientos, ideas y creencias, sólo esa persona puede acercarse y ponerle solución.
Entiendo que si te enamoras de alguien que sufre de filofobia o miedo al compromiso, vayas a querer ayudarle para poder estar juntos, pero no podemos ayudar a una persona que no quiere ayudarse a sí misma. No por mirar de manera sostenida un nudo en una cuerda éste se va a deshacer.
Al final lo único que conseguiremos es engancharnos a ese tira y afloja, llorar amargamente cuando desaparezca y pensar que merece la pena en los momentos que estemos juntxs. Y castigarnos por nuestros pensamientos, tantos los que nos gritan “¡sigue así!” como los que nos dicen lo contrario “¡así no podemos seguir!”. Porque esa es tu vida ahora, una dicotomía que no te deja disfrutar de todo lo demás.
Por todo esto mi único consejo puede ser este: quiérete y cuídate.
Si quieres anímale a que se lo trabaje, empapela su casa de información al respecto y hazle saber que tú estarás ahí para apoyarle, en la distancia o bien cerca según lo necesite.
Y piensa en ti. En lo que tú quieres, en lo que le pides a una pareja y deseas de ella.
Y no bajes el listón.
Porque sino pasará el tiempo, que nunca espera a nadie.
Y tú seguirás en el mismo punto y te habrás atado a una ilusión que nunca llegará.
Etiquetas: filofobia, miedo a la soledad, miedo al amor, miedo al compromiso, pareja, relaciones de pareja, terapia, terapia de pareja
Creo que tengo filofobia y llevo 4 años dando largas,,,,,,
hola R y me alegro de que hayas dado el paso de ponerle remedio… nos vemos luego! 🙂
jejejeje si. Gracias, Marta. GRACIAS
Hola R…llevo semanas preguntándome si realmente este trastorno existe o es algo a lo que me aferro para dar respuesta a la distancia, el frío y la aparente indeferencia de una persona que estaba conociendo e iba todo de maravilla.
A esta persona le costaba mucho acercarse a mí…dar el paso para dar muestras de cariño aunque se me hacía evidente que quería..
Cada vez que estábamos juntos era más bonito..pero los días posteriores se alejaba…y cada vez más
Le pregunto si le pasa algo y me dice que nada..
En fin…me siento muy desconcertada..
Podrías poner un poco de luz en esta incertidumbre? Porque a veces pienso que es posible que no le guste o haya otra persona..pero siendo franca..no me llega eso de él..
He conocido a una persona. Y creo que tiene todos los indicios d ser filofobica y que esa es la razón por la que lo ha dejado….y creo que sí que tiene sentimientos por mi.
Peso ayudarle a que lo vea y quiera ponerle remedio sin que lo lleva como un ataque?
Me ha dicho que no podemos ser amigos que nos haríamos daño….
Cómo puedo ayudarle ? Cómo puedo retomar contacto con él si m dice que no puede ser mi amigo?
A perte de tidó le tengo muchísimo aprecio como persona y me gustaría poder ayudar, y también creo q no existiera eso sí que podríamos ser pareja
Gracias por tu ayúda.
Muchas gracias, Marta.
Me he sentido identificada con María.
Mario acudió algunos meses a terapia, pero aún así me ha dicho que nunca jamás quiere una relación. Con nadie.
Ante cada propuesta mía para vernos, recibo de entrada un no.
Como bien dices, seguiríamos así meses, sin avance alguno y yo con la montaña rusa emocional que has descrito tan bien. No es falta de sentimientos por su parte, por eso he seguido, Pero, he entendido que así me siento mal y que me estoy haciendo daño.
He aceptado que yo misma necesito terapia para dejar esta no-relación y para superar la pseudo filofobia que estoy desarrollando. (no solo por esta experiencia). Lo que me digo a mí misma todos los días es: «no quiero volver a amar» , «los hombres son incapaces de amar».
Gracias por tus artículos.
Un saludo.