«Esto ya no me vale»

«Esto ya no me vale»

qué complicados son los duelos sin desencadenante externo esa relación que ya no funciona sin que haya sucedido nada ese sitio que fue refugio y ahora se siente como cárcel  aquel trabajo que fue impulso y trampolín y ahora pesa cada minuto que paso allí  que dolorosos son esos momentos por no tener un motivo explícito  una razón evidente  porque no hablamos de razón sino de emoción  esto ya no se siente bien aunque quiera aunque lo desee aunque me gustaría  a pesar de que pongo todo el esfuerzo en que esa pegatina siga pegando con rabia frustración  impotencia con el dolor que produce y la incomprensión externa «pero si os lleváis muy bien y os queréis mucho» «pero si vives en un sitio estupendo que blablabla» «pero si tienes un trabajo genial que blobloblo» eso aumenta el desconsuelo  el dolor la frustración  y suma una nueva sensación: el problema soy yo que nada me vale que no me conformo que… millones de fantasmas pensamientos que atormentan  más dolor y más impotencia  qué complicados son los duelos sin desencadenante externo ...
El vínculo terapéutico

El vínculo terapéutico

Aún recuerdo cuando mi profesor de psicoanálisis en la carrera nos decía que el vínculo terapéutico termina cuando una de las dos personas muere. Escuchar eso entre tanta psicología cognitivo conductual que te decía que mantuvieses tus barreras emocionales, entre otras cosas, se hacía raro e incluso exagerado. Pero luego lo vives tú. Y empiezas a trabajar y te das cuenta del lazo que se crea, de las emociones que aparecen, todas diferentes. Sabes y, más importante, SIENTES que eso es real. Sé que puedo despedirme de una persona a quien he acompañado por un tiempo largo y que ese vínculo seguirá vivo. Que podemos volver a vernos, en un breve espacio de tiempo o en años y eso permanece. Que podemos incluso no vernos más y ahí seguirá. Porque algo que ha crecido en el tiempo de una semilla de confianza, respeto mutuo y empatía se vive como indestructible mientras eso se mantenga. Así que sí, igual en esto, sí que es más real que nunca el «hasta que la muerte nos separe». En los últimos meses he tenido que despedirme de dos personas que en estos momentos necesitan a otra profesional a su lado. Porque el camino que tenían que recorrer ahora lo iban a hacer mejor de la mano de esa persona que conmigo. Porque hay que reconocer hasta donde se llega y hasta donde no y no conozco a NADIE que pueda acompañar en todo. Porque, al menos yo, no soy una diosa. Y eso creo que es muy importante. Saber, entender y aceptar cómo, cuándo y cuanto podemos ayudar. Con humildad y centrándonos en...
Que una relación se rompa no hace que deje de existir

Que una relación se rompa no hace que deje de existir

Que una relación se rompa no hace que deje de existir. Que una persona te traicione en un momento dado no convierte mágicamente toda tu relación en una farsa. Que alguien no sienta algo por ti no implica que nunca lo haya sentido. Muchas veces se llega a esa falacia, a ese error de pensamiento en el que, si alguien falla en una relación es «porque nunca me quiso». Se deja que un instante, una situación, algo que nos es difícil de asumir y transitar empañe todo lo anterior y eso no tiene porqué ser así. Muchas veces es un mecanismo de defensa: si considero que a raíz de un hecho que me ha dolido, toda la relación se convierte en basura, doy más peso a lo negativo y me ayuda a no ‘cojear’ y atreverme a mirar lo positivo. A corto plazo me funciona aumentando esa distancia y haciéndome sentir una falsa sensación de control. Pero ¿y a largo plazo? ¿Voy a vivir mejor pensando que esa persona no fue quien dijo ser durante 7 años? Probablemente no porque a eso se le sumarán pensamientos destructivos del tipo «cómo no me di cuenta», «cómo me dejé», etc. Y obviamente habrá relaciones que no han sido sanas y en las que un evento puntual nos haga abrir los ojos. Y duele. Pero no hablo de esas si no de relaciones en las que has estado bien, has querido, te han querido, todo ha funcionado fenomenal hasta que no. Intentar ver todo teñido de algo que no nos ha gustado no es justo ni para la otra persona ni para...
Entresesiones 1 – Terapia

Entresesiones 1 – Terapia

En este primer podcast aprovechamos Irene y yo para presentarnos y vamos a por un básico que muchas veces crea dudas: ¿qué es una terapia? Hablamos también de qué podéis esperar en una primera sesión, qué información se recoge, cuanto puede durar un proceso terapéutico y para qué sirve. Si se nos queda algo en el tintero o queréis comentar algo no dudéis en hacerlo a través de la info de contacto que tenemos en nuestro perfil 🙂 ¡Esperamos que lo disfrutéis! La canción que suena se llama «Breath me» y es de Sia. Nuestro pequeño guiño a la serie «A dos metros bajo tierra» (Six feet under) que nos encanta. La ilustración preciosa y maravillosa que nos acompaña nos la ha creado nuestra querida Marta de @virgulillailustración a la que no puedo estar más agradecida. Recordad que podeis mandarnos vuestra opinión, duda o comentarios a través de Instagram o audio de whatsapp: Irene: @irene.moreno.m , +34620678536 Marta:...
Mi pareja tiene Filofobia

Mi pareja tiene Filofobia

Desde que hablé de la Filofobia o miedo al amor en Proyecto Kahlo me han llegado muchas consultas sobre este tema. Al principio fueron personas que se sentían identificadas con ello, que lo padecían y querían ponerle remedio. Algunxs se quedaron en una respuesta puntual -y luego sólo escuché grillos- y otrxs se animaron a hacer terapia para trabajárselo y, de esa manera, poder vivir sin miedo. Por eso, dejé unos consejillos que podéis leer pinchando aquí. De un tiempo a esta parte las consultas fueron yendo por otros derroteros. Eran personas que estaban iniciando relaciones -o , mejor dicho, intentándolo- con personas con miedo al amor o al compromiso y que me pedían consejo para saber qué hacer y cómo actuar para que no saliese corriendo. Desafortunadamente esta es una consulta que no suele tener un trasfondo positivo. No puedo hacer un listado de cositas a hacer. No puedo decirte qué movimientos van a conseguir que esa persona que padece filofobia se lance a una relación. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque la persona que tiene el problema es la que se lo tiene que trabajar. Poniendo un ejemplo -con nombres inventados- María me decía que, para que Mario no huyese, controlaba muchísimo si llamarle o no, intentaba no contarle ningún problema que tuviese para “no agobiarle”, siempre le recibía con una sonrisa, nunca sacaba el tema de volver a quedar, intentaba no reprocharle sus desapariciones aunque fuesen continuas,… ¿Todo esto evita que la persona miedosa salga corriendo? Si. ¿Todo esto hace que establezcas una relación de pareja con ella? No. Por un lado porque esa persona no eres...

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR ACEPTAR
Aviso de cookies