por MartaGPeris | May 19, 2015 | noticias
Voy en el tren y veo como dos chicas se sientan delante de mi. Hablan entre ellas sin quitar la mirada de las pantallas de sus móviles y una le cuenta a la otra que ha dejado de hablar con X porque no le contestó al whatsapp… «lo leyó, vi que estuvo conectada hasta una hora después y aún así no me respondió» a lo que la otra asiente con toda normalidad mientras los pelillos de mi cuerpo se me erizan de miedo, ¿en serio hemos llegado a esto? Ya no voy a entrar en el fabuloso mundo del «perdona, he venido a tomar un café contigo, no a ver como miras tu móvil» que todos hemos vivido ya que hay personas a las que parece que su móvil les ha poseído y no pueden ni tomarse una caña ni ir al baño sin avisarlo antes, durante y después en las redes sociales. No, no, no… no voy a entrar en eso. Ya sabéis el tema de moda los últimos meses, el famoso «doble check» del whatsapp (algo que también podéis encontrar en otras aplicaciones como el Messenger de Facebook o Telegram) que indica que la persona no sólo ha recibido tu mensaje sino que lo ha leído. Hasta ahí todo bien, ¿verdad? Es útil, yo te mando un mensaje y me confirman que lo has recibido y leído que es mi propósito, no le veo el problema… ¿o si? Y es que ese poder «Orwelliano», el saber si alguien está conectado o no, la ultima vez que lo hizo, si ha leído tu mensaje o no, si pasa de contestarte, puede acarrear muchos problemas en todos los entornos ya que es un arma de...
por MartaGPeris | May 11, 2015 | terapia de pareja
¿Cuántas veces le habéis preguntado a vuestra pareja “¿qué te pasa”? ¿y cuantas cuantísimas de esas veces la respuesta ha sido “nada”? pero un “nada” que de nada tiene nada, un nada cargado de “tú deberías saberlo”… y la pregunta es ¿deberías? La respuesta está clara: no. Existen muchas distorsiones cognitivas y todos hemos cometido alguna o muchas. Unas de las que más surgen en terapia son: Adivinación del pensamiento: predecimos o profetizamos el resultado de un evento antes de que ocurra. Por ejemplo: “Un día conocerá a otra persona y me dejará” Lectura del pensamiento: presuponer o adivinar las intenciones, actitudes o pensamientos de otros, como si fuésemos auténticos telépatas. Por ejemplo: “Ya no le gusto, no se divierte conmigo” Como veis las dos son bastante similares y, lo único que hacen, es presuponer que todos tenemos un sexto sentido por el que inferimos las cosas. ¿A qué nos lleva esto? a 2 cosas: 1. Cuando somos nosotros los que adivinamos: Ponemos en la actitud de nuestra pareja los pensamientos que nosotros queremos. Por ejemplo, vemos a nuestra pareja en el sofá leyendo y le preguntamos “¿salimos a dar una vuelta?” y su respuesta es “la verdad es que ahora no me apetece”. Hasta aquí bien, ¿verdad? pero se puede dar el caso en el que la persona que ha hecho la sugerencia se plantee pensamientos tipo “está enfadado y por eso no quiere”, “he debido hacer algo que le ha molestado”, “está apático”, “ya no es feliz conmigo” etc. Acabamos de ver como de una única respuesta nos hemos lanzado a añadirle una serie de cargas emocionales que, no sólo no sabemos si tiene,...
por MartaGPeris | Nov 7, 2012 | escritos
Esta mañana me he encontrado en el e-mail la siguiente pregunta de Elena: «Marta, me gustaría saber como les contastes a tu familia y amigos que ibas a estudiar un master de sexología porque yo estoy en esa situación y se me hace muy difícil por lo que puedan pensar.» ¿La verdad? No me lo planteé, trabajar haciendo terapia sexual y de pareja era a lo que me quería dedicar y no le di más vueltas. ¿Cómo lo dije en mi entorno? Pues igual que si me hubiese decidido a hacer uno, yo que se, de Psicología Infantil por ejemplo, ¿por qué? porque para mi no tiene absolutamente nada de malo ni denigrante ni me convierte en nada raro. Eso si, te encontrarás con muchas respuestas por tu camino. Aquellos que cuando se enteran de que eres sexóloga sólo pueden añadir con mirada picarona «aaaah! entonces tu debes saber mucho de sexo, ¿me enseñas alguna cosa?» y tú te quedas pensando «que pena que la madurez no se enseñe aunque no estaría mal un poquito de respeto y educación» Luego están los que te miran y rezan por dentro para que no vayas al infierno porque claro, hablar de sexo tiene que ser pecado… y los que piensan que el estudiar sexología y la prostitución casi van de la mano…lamentable. Cuando estudié el master, en clase éramos todo mujeres y un único hombre (un besito desde aquí a todas y a Luis!) y, cuando lo comentabas fuera, casi siempre se daban 2 respuestas: «¿sólo uno? es gay, ¿no?» y otra «¡que listo! ¡como se tiene que poner las botas!» El tipo de orgía que se pensaban que era...