por MartaGPeris | Nov 2, 2015 | PK
Collage de Conchi G. Noviembre llega a Proyecto Kahlo cargadito de artículos e ilustraciones geniales. ¿El tema? Crisis y yo me he lanzado a hablar de la falta de deseo porque ¿ es sólo cosa de mujeres? ¿es verdad que los hombres tienen más deseo sexual? no te lo pierdas pinchando...
por MartaGPeris | Sep 15, 2015 | educación sexual
Las preguntas relacionadas con la sexualidad muchas veces se convierten en una fuente de estrés para los padres y madres… ¿qué le digo? ¿cómo? ¿hasta dónde le cuento? ¿a partir de que edad? La verdad es que la educación sexual ha sido para muchas generaciones algo inexistente y casi todo lo hemos aprendido por amigos, revistas, cine, etc. Aún recuerdo una charla que nos vinieron a dar en su día al colegio, ¿una sexóloga? ¡que va! una comercial de una conocida marca de tampones que más que nada nos hizo un repaso de los aparatos reproductores tanto masculinos y femeninos y de como se da la reproducción (algo que ya habíamos estudiado en clase) para luego hablar de la regla y aprovechar a hacernos la entrega de un «obsequio». ¿Interés en dar buena información a los adolescentes o ganar nuevas clientas? Ejem…no hace falta que conteste. A día de hoy cada vez hay más colegios que se inclinan por una verdadera educación sexual, unas charlas desde las que se informa, se enseña, se advierte y, muy importante, se responde a las preguntas. Personalmente me he llegado a encontrar preguntas de todo tipo, desde gente que tenía cierta base y quería saber más hasta la inocencia (¿o es desinformación?) de un niño que se preguntaba como su vecino había podido tener un hijo si era cojo… Está fenomenal que todos los temas, desde los más pequeños hasta los más complicados se puedan resolver en el colegio pero no hay que dejar de lado la información que se les de en casa porque, al fin y al cabo, es donde más confían, donde se sienten cómodos y donde la respuesta no se va a limitar a una retahíla biológica...
por MartaGPeris | Jun 18, 2015 | terapia sexual
Imagen: La persistencia de la memoria (Salvador Dalí) Antes de nada, he de decir que no estoy de acuerdo con el término «eyaculación precoz» (de ahí que vaya a tacharlo cada vez que lo escriba) porque, de esta forma, estamos marcando un tiempo reglamentario para que se desencadene la eyaculación y no lo hay. Un mismo tiempo para una persona puede resultar muy corto y para otra no, va en función de como se viva y si se define o no como un problema. De hecho, muchos de los hombres que afirman ser eyaculadores precoces, lo hacen únicamente porque así se lo ha reflejado su pareja, dejando de contar el tiempo por la satisfacción que les genera y pasando a estar marcado por una persona ajena, cosa que, si nos paramos a pensar, es ilógica… es como si llego y le digo a mi pareja «es que me gustaría que tus estornudos fuesen más largos»…ejem, claro. Durante mucho tiempo, la mujer «no tuvo» sexualidad, eso era cosas de hombres que eran los que podían disfrutar de ella, para la mujer era un medio para procrear, nada más. Tras la segunda guerra mundial surgió la píldora anticonceptiva de la mano del movimiento femenino, exigiendo las mujeres que fueran contadas por igual, que una mujer puede ser libre sexualmente sin buscar como fin la reproducción y Masters & Johnson dan luz a todo este tema descubriendo que la mujer tiene orgasmo al igual que el hombre, en su día un gran notición. Y os estaréis preguntando ¿pero esto que tiene que ver con el tema tratado? Pues mucho, porque el problema...
por MartaGPeris | Nov 7, 2012 | escritos
Esta mañana me he encontrado en el e-mail la siguiente pregunta de Elena: «Marta, me gustaría saber como les contastes a tu familia y amigos que ibas a estudiar un master de sexología porque yo estoy en esa situación y se me hace muy difícil por lo que puedan pensar.» ¿La verdad? No me lo planteé, trabajar haciendo terapia sexual y de pareja era a lo que me quería dedicar y no le di más vueltas. ¿Cómo lo dije en mi entorno? Pues igual que si me hubiese decidido a hacer uno, yo que se, de Psicología Infantil por ejemplo, ¿por qué? porque para mi no tiene absolutamente nada de malo ni denigrante ni me convierte en nada raro. Eso si, te encontrarás con muchas respuestas por tu camino. Aquellos que cuando se enteran de que eres sexóloga sólo pueden añadir con mirada picarona «aaaah! entonces tu debes saber mucho de sexo, ¿me enseñas alguna cosa?» y tú te quedas pensando «que pena que la madurez no se enseñe aunque no estaría mal un poquito de respeto y educación» Luego están los que te miran y rezan por dentro para que no vayas al infierno porque claro, hablar de sexo tiene que ser pecado… y los que piensan que el estudiar sexología y la prostitución casi van de la mano…lamentable. Cuando estudié el master, en clase éramos todo mujeres y un único hombre (un besito desde aquí a todas y a Luis!) y, cuando lo comentabas fuera, casi siempre se daban 2 respuestas: «¿sólo uno? es gay, ¿no?» y otra «¡que listo! ¡como se tiene que poner las botas!» El tipo de orgía que se pensaban que era...
por MartaGPeris | Mar 9, 2011 | noticias
Hoy un amigo (gracias, Dani!) me hablaba de Sarah White y ahora veo el porqué… Sarah White es una aficionada a la psicología de 24 años que ha creado lo que llama la «Naked Therapy» o «Terapia Desnuda». ¿En qué consiste? Pues en una terapia en la que ella, su paciente o los dos se van desnudando…si, si, como lo oís. Ella afirma que al quitarse cada una de las prendas es como si despegase las capas del subconsciente de su paciente, pero vamos, que nada como leer la explicación que ella misma da en su página web para ver que de científico tiene más bien poco. De hecho ella puede empezar desnuda o vestida en función de lo que desee el paciente y es él el que decide como va a ir la terapia, si él se desnuda, cuanto va a durar, en fin, a mi esto a terapia precisamente no me huele. Algo que la honra es que deja muy claro que no es psicóloga ni terapeuta ni nada, vamos que no lleva a engaños a nadie que solicite sus servicios. Trabaja y vive en Nueva York. La primera sesión puede ser a través de web cam y cuesta unos 150 dólares y luego ella misma se desplaza a las oficinas de sus clientes (no me atrevo a llamarles pacientes) y el coste asciende a unos 450 dólares. Espero que la cosa no siga tan mal como para tener que recurrir a esto pero, por si acaso, iré empezando con la operación bikini...