La «píldora» masculina

Los avances de la medicina a veces nos dejan asombrados o, al menos, así me he quedado yo al leer la noticia que afirma que en el Centro de Investigación Nacional de Pekín han hecho un estudio probando por primera vez la que se llama coloquialmente «píldora» masculina. La eficacia de este nuevo invento ha sido de un 99%, es decir, una cifra similar a la píldora anticonceptiva femenina. No es una píldora en realidad, sino unas inyecciones anticonceptivas que van a mandar una orden al cerebro para que éste interrumpa la producción de esperma. El proceso es reversible y los sujetos utilizados en el estudio consiguieron volver a un nivel normal en el número de espermatozoides pasados entre 4 y 6 meses. El doctor Yu-Qun Gu, que ha llevado a cabo el estudio, afirma que «el régimen anticonceptivo hormonal puede ser una alternativa nueva y viable para el hombre». Aunque no se han visto, de momento, efectos secundarios ha aclarado que habría que esperar por si se diesen problemas cardiovasculares, de próstata o de comportamiento. Ya veremos con el tiempo en que queda todo esto. No hay nada que no inventen los...

Music in the air

Hace ya unos días me comentaba un amigo que podía escribir sobre la música en el terreno sexual, pues bien, aquí estoy. La música no es esencial para que una relación sexual sea satisfactoria, no es requisito indispensable, sin embargo es un elemento que puede ayudarnos en numerosas situaciones. Es indudable que la música hace que se cree un clima específico y, por ello, escucharla puede ayudar a que las personas entren en clave erótica. En muchos sitios (libros, revistas, internet) aconsejan música suave y seductora para todo esto o música neutra que no te vaya a transportar a otro sitio: que si Sade, que si bandas sonoras como la de Gladiator, que si un streaptease con «You can leave your hat on» de Joe Cocker, etc. no voy a ser yo la que diga que no, pero por favor, un poco de originalidad y menos clichés, mejor utilizar música que oigamos habitualmente, es decir, que nos guste realmente y no sólo aquella que el cine o nuestro entorno haya decidido que debamos usar. Lo de que sea lenta o rápida ya va en cuestión no sólo de gustos sino del momento, ya que en momentos precisos, una música relajada nos puede llevar a detenernos y recrearnos a su son y en otros, una canción más movida puede hacer que la pasión se libere de forma sorprendente. Ahí ya se sabe: para gustos los colores. De hecho, el ritmo de la música nos puede ayudar en lo que queramos conseguir, me explico, si una pareja quiere durar más realizando el coito, una canción más lenta le ayudará a conseguirlo...

Buenos días y Buenas noches

 Esta mañana me he despertado cuando he creído escuchar mi nombre, como si alguien me llamase, pero no era así, tan sólo era una ilusión que se colaba entre mi sueño y el despertar haciéndome «alucinar» y nunca mejor dicho. Seguro que muchos de vosotros habéis tenido falsas percepciones al intentar conciliar el sueño o nada más despertar, a estas sensaciones se les llama Alucinaciones Hipnagógicas (se dan justo antes de dormirse) o Hipnopómpicas (se dan cuando nos estamos despertando). Hay personas que, justo antes de dormirse, han llegado a responder a algo que no se ha preguntado siquiera o han creído ver a alguien. También se han dado casos en los que han tenido la sensación de salir de su cuerpo y verse a sí mismos desde fuera; muchas veces lo que unos consideran una experiencia paranormal, es en realidad sólo eso, una ilusión. No hay que preocuparse, porque nada de esto es patológico, es un momento en el que, por así decirlo, una parte de tu cerebro ya está en «modo dormir» mientras que otra no, por lo que se mezclan las dos cosas, de ahí que se viva como real y se crea estar despierto pero, al mismo tiempo, se tenga la visión propia de un sueño. Algunos ejemplos de las Hipnopómpicas, es decir, las que suceden cuando nos despertamos, podrían ser el oír que alguien nos llama, el escuchar el despertador o el teléfono sin que este haya sonado, el sentir que alguien nos está tocando o está encima nuestro, etc.     A veces, también sucede que te despiertas y por un momento sientes...

¿El deseo sexual es mayor en los hombres que en las mujeres?

La verdad es que si preguntas por la calle, consultas en internet e, incluso, si se lo comentas a algún que otro profesional, te encontrarás con que esta creencia está tremendamente arraigada en nuestra sociedad a pesar de ser una falacia. El deseo sexual es por naturaleza exactamente igual en hombres como en mujeres, el problema es que todavía pesa esa «educación» que hemos recibido y parece que una mujer que tenga mucho deseo es una especie en extinción. Pues despertad, chicos, porque esa es la realidad. Que un hombre consuma revistas pornográficas, vea películas o confiese que se masturba es algo que todo el mundo ve con normalidad, pero cuando es la mujer la que lo hace los gestos de aprobación brillan por su ausencia. Los mensajes represivos y anti-sexuales hacia las hijas, se maman en numerosas familias españolas hoy en día, legado de la educación recibida por los padres y de la idea del sexo como algo pecaminoso. El deseo sexual no es una necesidad primaria (no te mueres si no tienes sexo) sino que surge cuando tenemos un excedente de energía y de los estímulos sexuales que ya hemos experimentado, es decir, existe lo que podemos llamar la Memoria del Placer. Ésta almacena todo aquello que nos haya producido placer y va a reforzar que tengamos deseo ante determinados estímulos. Os pongo un ejemplo con comida para que lo veáis de forma más sencilla, si tenéis hambre en un momento dado podéis llegar a fantasear (desear) con tomaros un pincho de tortilla, ¿por qué? porque en otras situaciones, cuando os lo habéis tomado, se os ha...

Eyes Wide Shut

No se si será por la campaña publicitaria que se hizo sobre las escenas íntimas entre Tom Cruise y Nicole Kidman (pareja en el momento del rodaje), por ser una película de Stanley Kubrick o porque éste murió tras su rodaje, pero Eyes Wide Shut se ha convertido en una película de las que «hay que ver». No lo hagáis por el morbo o la expectación ante escenas especialmente libidinosas ya que esto no es lo que vais a encontrar, el mundo que nos presenta Kubrick es angustioso y oscuro, más que erótico es inquietante y, en algunos momentos, surrealista como si se tratase de un sueño o, mejor dicho, una pesadilla. La película arranca con la relación de pareja de ellos, en un marco en el que los halagos y el deseo se han perdido, todo se ha vuelto habitual entre ellos y buscan fuera de la pareja lo que dentro creen que no pueden encontrar, eso si, los dos de la misma forma, seduciendo pero sin llegar a llevarlo a cabo. Los celos terminan por remover esta relación y, a partir de ahí, se nos presenta un amplio abanico de posibilidades sexuales, pero todas ellas vistas desde el miedo (Vemos referencias al SIDA, a la Necrofilia, a la Pedofilia, a las orgías,…), a mi me gusta pensar en la película, como la lucha interior de una persona que se ve frente a un abismo y no sabe por donde tirar. La escena de la orgía es uno de los pilares de la película y, yo creo, que con ella Kubrick nos da su opinión sobre el sexo...

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR ACEPTAR
Aviso de cookies