¿Qué pudo pasar?

Seguro que más de uno y de una os seguiréis preguntando que fue de aquella persona que visteis una vez y dejasteis escapar. Me da a mi que eso mismo les estará pasando hoy a dos personas bajo el cielo de Madrid… ¿Que de qué hablo? Os cuento…esta tarde estaba volviendo de Londres a Madrid y en el asiento de delante estaban sentados dos jóvenes. Él era inglés, ella era española y al momento los dos han empezado una conversación. Evidentemente no he escuchado lo que se decían pero no era necesario, la comunicación no verbal hablaba por si sola. Tenían un asiento vacío entre ellos y a medida que avanzaba el vuelo el espacio se iba reduciendo: historias, risas, coqueteo, seducción, miradas y una conversación que no ha acabado ni cuando el avión ha pisado tierra ya que él «disimuladamente» ha esperado que ella saliese. La imagen era de lo más bonita, he de decirlo, la química y la atracción era palpable y no he podido más que fijarme en ellos a la salida. No se si me llamaréis cotilla o romántica pero tenía que saber como quedaba la cosa. Andando por la terminal todo el mundo va como loco, con prisas, ganas de llegar a casa…pero ellos van relajados, a su ritmo, seguro que deseando que el avión no hubiese aterrizado nunca. Han llegado a la recogida de equipaje y ¡puff! no ha habido ¿valor? por ninguna de las dos partes. El deseo era claro pero parece que la vergüenza era más fuerte. Ella ha salido del aeropuerto y él se ha quedado con cara de desolación...

Ganador III Concurso de relatos Destino: Placer patrocinado por Be Friki

hola a todos! ya se ha pasado el tiempo de votar y muchísimas gracias a todos los que lo habéis hecho, la participación ha sido altísima: 320 votos! Las votaciones han estado bastante reñidas resultando al final como ganador el relato de Lou, ¡enhorabuena! En breve nos pondremos en contacto contigo para hacerte llegar una maravillosa camiseta Be Friki. Muchísimas gracias a todos por participar y espero poder contar con vosotros en próximos concursos. A continuación os dejo el resultado de la encuesta: Relato erótico de Lou: 129 votos. Relato erótico de Jaral: 113 votos Relato erótico de Sabrina: 33 votos. Relato erótico de Doctor M.: 20 votos. Relato erótico de Sasafrán: 13 votos. Relato erótico de Artedil: 6 votos. Relato erótico de Turtles: 3 votos. Relato erótico de Hennamorada: 2 votos. Relato erótico de Monxubz: 1 voto. ¡Hasta la...

Aclaraciones concurso de relatos

Vista la «polémica» creada en los comentarios del relato de Jaral y un e-mail que he recibido esta mañana me animo a matizar ciertas cosillas. El e-mail que he recibido era de una persona NO participante en el concurso pero que me pedía que si ganaban determinadas personas que habían «animado» a sus amigos-seguidores-conocidos a votarles en el concurso, no diese por válido el ganador. He de decir que TODOS los concursantes que están/estáis participando han/habéis cumplido las bases del concurso y que, dentro de ellas mismas, se especifica que el ganador será el más votado en la encuesta que tenéis a la derecha. Así que NO se tendrá en cuenta el hecho de que una persona publicite el blog, su relato o anime a que le voten. Muchas gracias, de nuevo, a todos los que habéis participado, a los que los habéis leído, votado, etc. y a los que se que los habéis leído una y mil veces y aún no os habéis decidido porque lo han puesto difícil. Un...

Relato erótico de Doctor M.

ESTAS EN MIS MANOS En el metro, deberían de dejar fumar, así no tendría que soportar el olor a sudor de muchos pasajeros, la mezcla de colonias baratas, a los que huelen a especias, se me quitan las ganas de salir de casa. Quiero que merezcas la pena, ya vienes pidiendo guerra con esa blusa blanca dejando adivinar el cuidado sujetador donde perderse dibujando florecitas, con los botones rebeldes dispuestos a rendirse al menor movimiento, marcando tus duros pezones, con esa faldita entallada de cintura alta… Niña, hoy no estoy juguetón, no quiero botas altas, ni los tirantes y la corbata, es más olvídate de las coletas, hoy no quiero conocerte, no tienes cara, ni nombre, ni historia… Quiero poseerte como un extraño, quiero sentirte nueva, diferente, distinta… y es que necesito que sea diferente. Quédate inmóvil, quieta, hoy voy a acariciarte cada parte de tu cuerpo que nadie te ha acariciado, voy a descubrir donde nunca te han besado, quiero diferenciar la pasión de la rutina, vas a mirarme aunque no quieras verme, voy a sentir tu lengua como otros nunca antes la han conocido. Hoy vas a susurrarme con todo detalle, vas a descubrirme tus más profundos deseos, casi no vas a poder…, vas a desear amar de nuevo, me dan igual tus orgasmos, resignados o mecánicos, todo es tan extremadamente monótono, tan limitado, tan primario, no es más placentero que despertarme por las mañanas, es totalmente deshumanizador. Me aburren todos estos rituales, estas ceremonias, ya no me enriquecen, necesito más reglas, más tabúes, para gozarlo como una transgresión. Estas en mis manos. Instituto Medico Legal, Informe...

Relato erótico de Sabrina

PROPINA SINIESTRA Desde que accedió al local en el que trabajo, me produjo un rechazo visceral, sin saber el porqué, aunque jamás le había visto. Y eso que físicamente podía ser de los más atractivos que solían aparecer por aquel club. ¿O sería tal vez por eso mismo? Fue pasando revista a las chicas, acompañadas o no, que estábamos allí. Procuré ocultarme tras mi copa de seudo cava. Pero tal vez ese miedo que experimentaba le atrajo hacia mí, ante la indiferencia que le demostraban las demás. Me desnudó con la mirada de arriba a bajo y terminó de ver las que le quedaban al final de la barra. Volvió sobre sus pasos y, entonces, sin apenas fijarse en mí, me dio la pasta, más de lo estipulado, me señaló las escaleras y tomando la copa de mis manos la dejó en la barra tras terminársela de un trago. No tenía escape. No habíamos intercambiado ni media palabra. -¿Cómo te llamas, guapo? -pregunté con falso interés. -Qué más da. No me vas a volver a ver. Yo no quiero saber el tuyo. Mueve el culo como supongo que sabes hacer. Venga, que no tengo tiempo que perder. Después de cerrar él la habitación, fui hacia el servicio. -¡Sal en pelotas! -me dijo-. Nada de a medias. Yo temblaba sin poderlo remediar, mientras dejaba mi escasa ropa. Me miré al espejo, pasé mis dedos por mi melena caoba, tomé aire y abrí. Al salir ni se dignó mirarme y me señaló la cama mientras terminaba de desnudarse. Estaba empalmado y bien dotado. Se dirigió hacia mí, con un revolver que...

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