Relato erótico de Abedul

TEA FOR TWO

Entró siguiendo la estela dejada por las ondulaciones, sensuales como pocas, del cuerpo perfecto de su recién conocida, en casa de ésta.

Habían coincidido en una exposición de cuadros.

Se pararon ante uno, cuyo título decía “Sodomía”.

-Para mí este cuadro está colgado del revés -comentó ella casi en la oreja del desconocido que estaba a su lado.

-Estaba pensando lo mismo -dijo él-. Es lo que tiene el arte abstracto. Deberían poner una flecha detrás para evitar errores.

-Está visto -terció ella confidencialmente apoyándose como quien no quiere la cosa en el brazo de su ocasional compañero-, que a ninguno de los dos nos va este tipo de arte.

-Sí -aseveró él pasando el brazo por su cintura, que dejaba traslucir su silueta bien marcada, como sin querer-. Creo que hemos venido a la expo equivocada…

-Pero estimo -cortó ella dándole un pellizco en la cara con ojos de cordero “degollao”-, que hemos conocido a la persona acertada.

Y visto que sus gustos eran bastante afines, abandonaron juntos la sala después de hacer los honores al coctel de inauguración y dar los parabienes, con una dosis de cinismo elevada, a la expositora y al dueño de la sala, que…

Se tomaron una copa en un lugar cercano, tranquilo y discreto. Él se ofreció a llevarle a casa y ella, en agradecimiento, a servirle otra copa en su hogar, con una advertencia:

-¿Te gusta “Tea for Two”?

-Sí. Era la melodía que se usaba en las Salas de Fiesta, que no Discotecas, para el cambio de orquesta, cuando era joven. Me trae recuerdos deliciosos. ¿Por qué?

-Pronto lo sabrás. Vamos que me enfrío. Y se volvió a pegar a su amigo circunstancial, quien aprovechó a…

Al llegar a su casa y entrar en ella a sus oídos llegó la música anunciada. Era “Tea for Two”

-Espero que te guste lo que escuchas. La tengo grabada en múltiples y diferentes versiones y no me canso de oírla. Suena las 24h del día. Dirás que estoy loca y seguro que tienes razón, pero… así es la vida, guapo. Hay locuras peores. ¿O no?

-Seguro que me gusta -contestó.

Y para sí siguió: Aunque menos que tú, que estás para comerte, aunque estés loca.

Hacía tiempo ¿O jamás? que no había recibido una proposición deshonesta tan sugestiva y con tanta rapidez, de una mujer con aquel “cuerpazo”.

-¿Me ayudas a ponerme “cómoda”? –le dijo la mujer ofreciendo que le bajara la cremallera de la espalda, a la vez que alargaba pícaramente la última palabra.

Y ambos se acomodaron pícaramente…

-No te levantes. Voy a traer un zumo para reponer fuerzas, que has estado increíble. Espero hayas guardado energías, que la noche es joven.

Y desnuda como estaba, con su contoneo habitual, se fue a la cocina.

Volvió con dos copas de zumo y después de tomárselo entre caricias y besos, volvieron a acomodarse…

Las escenas se repitieron una y otra vez. Y una y otra vez, “Tea for Two” les ayudaba en su motivación. Unas veces a ritmo de Swing, otras de balada, aquellas de tango e incluso de vals. Unas cantadas, otras instrumentales… pero siempre la misma melodía, aunque no tenía nada de repetitiva. Parecía siempre otra…

Otra, como sus escenas. Eran las mismas y diferentes a su vez. Unas apasionadas a tope, otras sensuales y largas, aquellas en posturas más que originales, éstas…

Cuando llegó el amanecer él, totalmente agotado e igualmente satisfecho, abandonaba la casa, después de una ducha reparadora y compartida.

-Vuelve pronto, tesoro -le invitaba íntima y sugerentemente una escultural mujer casi desnuda, porque el picardías que llevaba encima, no pasaba de “pi”. Estaba apoyada en el quicio de la entrada, con una copa de cava de despedida en las manos y una sonrisa radiante.

Se alejó sin volver la vista atrás. Si lo hubiese hecho habría visto que desde una ventana le observaban entusiasmadas, dos caras iguales a más no poder. Aunque seguramente se hubiese ocultado una de ellas para mantener su secreto.

Nunca sabría que él había sido el mejor “Tea” de su vida para aquellas dos mujeres, que habían sido para él, sin haberse éste enterado, el más increíble e incansable “Two”.

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3 Comentarios

  1. muy curioso y además la música acompaña muy bien el ritmo del relato, me ha gustado bastante

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  2. Gracias por molestarte en comentar mi relato. ¿La música ayuda a la sensualidad o la sensualidad ayuda a escuchar y componer música?

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  3. Se aprecia en el autor de este relato, una profunda sensibilidad para con el sexo contrario y una exquisita forma de describir un relato erótico

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