COMPOSICIÓN
– Todo empieza con un susurro de mujer. Una voz tenue y sensual que incita a querer acostarte con ella Solo con su voz puede hacer que cualquier hombre caiga a sus pies.
– ¿Y a quién vamos a encontrar con una voz así? – preguntó Juan.
– No será problema. Cualquier guarra de esas que tenemos de fan esperando en la puerta se va a correr con solo pedírselo.
– ¡Y que diga algo en plan «te voy a comer toda la po….»
Jero, con cara de cansancio por escuchar siempre ese tipo de comentarios por parte de Lucas, cortó por lo sano.
– Noooo…eso es soez…feo… Tiene que ser digno del arte de la seducción…
– Bueno, genio de la música, o de la seducción, ¿y cómo continuaría?
– Nano con el bombo y el chaston, a un ritmo pausado, pero no demasiado, marcando las negras de cada compás. Tu, Juan, con el bajo, le acompañas en cada golpe. Todo el rato en la misma nota. Al final de cuatro compases, doblas la nota. En la segunda parte, os acompañará Lucas con la guitarra.
– Eso, punteando en agudos y…
– No, tío, no…tiene que ir todo despacio. No puede ser un polvo rápido porque si no la canción nos dura 30 segundos…aunque eso explica muchas cosas contigo y las mujeres…
Todos rieron, salvo el aludido, que tuvo que corregir el argumento de la mejor manera que sabía.
– Pues a tu hermana bien que le bastan.
– Siempre igual, tío…bueno…ya con la guitarra, habrá que ir metiendo un cambio de ritmo, además de, yo creo que dos acordes más. Al acabar cuatro compases, Lucas, pon un acorde que no hayas tocado aún, como para indicar un momento de placer.
Nano intervino.
– Y cada vez que se haga eso, aceleramos el ritmo.
– Vale. Pero no mucho. Yo, Lucas, te iré acompañando con la segunda guitarra. Tranquilo que no te quito ese protagonismo que necesitas para vivir.
Las pequeñas risas entre el resto del grupo no hicieron que Lucas alegrase la cara que había dejado ya una muesca de enfado por el comentario anterior.
– Y que suenen cuerdas que irán entrando poco a poco, desde el silencio hasta que al final, con el ritmo lo más rápido a lo que lleguemos, solo se oigan como un caos, ocupando todo como un ruido armoniosos, con las guitarras corriendo con frenesí por todas las notas. El bajo, Juan, tiene que ser constante, marcando la única nota con la que empezamos y tocado rápido. Y de repente… silencio. Solo sonando la última nota con la que Lucas haya acabado el «corrimiento» de guitarra…
– Y vuelta a empezar y fundido en negro, ¿No?
– Lucas, ¿Lo dices de coña o en serio?
Juan, con cara de sorpresa, señalando con el dedo a Lucas, dijo:
– A mi me mola…
– Vaya, para algo que digo por joder, y os gusta…
– Vamos a ver, Lucas. Me tienes hasta Los cojones. Eres el guitarrista del grupo. Para follar con tías, ya conoces el escalafón: cantante, guitarra, batería y bajo. Y como dices que no follas los suficiente porque, según tu, me las llevo a todas, propones hacer una canción que las ponga calientes y donde puedas hacer virguerias para ver si así consigues follar algo. Y aunque la canción debería ser tuya, ayudamos todos y no haces más que tocar los huevos.
– ¡Pero es que esto es una mariconada!
– Tío, es un polvo en canción. A mí me pone solo imaginándomela. ¿A vosotros?
El resto asintieron con la cabeza y con expresión de convencimiento.
– Bueno, pues dejarme letra y el título.
– Tío, haz lo que te dé la gana. Estoy harto.
Cuatro meses después, Lucas dejó de ser guitarrista del grupo incitado por la discográfica. Aunque había sido una pieza importante, su forma de actuar no iba acorde con la del resto del grupo. También creyeron y, realmente, fue el punto por el que decidieron su partida, su canción «me comerás la polla hasta que te tragues toda mi leche» no consiguió sonar una sola vez en la radio, haciendo que las ventas del grupo cayesen en picado por considerar los críticos al grupo como de mal gusto, soez y feo.
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este texto para mi raya lo soez pero es una fiel nota de realismo que le da por tanto un punto muy a favor, esta vez el concurso está difícil