por MartaGPeris | Ene 27, 2010 | cine
No se si será por la campaña publicitaria que se hizo sobre las escenas íntimas entre Tom Cruise y Nicole Kidman (pareja en el momento del rodaje), por ser una película de Stanley Kubrick o porque éste murió tras su rodaje, pero Eyes Wide Shut se ha convertido en una película de las que «hay que ver». No lo hagáis por el morbo o la expectación ante escenas especialmente libidinosas ya que esto no es lo que vais a encontrar, el mundo que nos presenta Kubrick es angustioso y oscuro, más que erótico es inquietante y, en algunos momentos, surrealista como si se tratase de un sueño o, mejor dicho, una pesadilla. La película arranca con la relación de pareja de ellos, en un marco en el que los halagos y el deseo se han perdido, todo se ha vuelto habitual entre ellos y buscan fuera de la pareja lo que dentro creen que no pueden encontrar, eso si, los dos de la misma forma, seduciendo pero sin llegar a llevarlo a cabo. Los celos terminan por remover esta relación y, a partir de ahí, se nos presenta un amplio abanico de posibilidades sexuales, pero todas ellas vistas desde el miedo (Vemos referencias al SIDA, a la Necrofilia, a la Pedofilia, a las orgías,…), a mi me gusta pensar en la película, como la lucha interior de una persona que se ve frente a un abismo y no sabe por donde tirar. La escena de la orgía es uno de los pilares de la película y, yo creo, que con ella Kubrick nos da su opinión sobre el sexo...