Relato erótico de Selegna

LOS CINCO SENTIDOS “Mírame a los ojos… me gusta que lo hagas cuando te tengo tan cerca de mi… Puedo descubrir tantas cosas en tu forma de mirarme, tantas cosas que ni tu mismo sabes… Pero yo lo sé… y, aunque me gusta que me hables, sólo con mirarte sé lo que quieres en cada preciso momento… Me gusta mirar tu entera desnudez, me excita lo que veo… y me gusta que me mires y sé que te gusta mirarme… Hazlo… pues tus ojos revelan todo su deseo hacia él, hacia mi… hazlo que yo también lo hago…” (La vista) “ Tus manos se deslizan por mi piel, mi piel es suave… y, al paso de tus dedos, se eriza… se pierden entre mis senos, que, aunque pequeños te muestran toda su grandeza por la pasión del momento… Mis manos en tu pecho… mis dedos entre tu vello… y bajan… y se detienen a un solo paso de aquel volcán dispuesto a todo… y baja… y una de mis manos siente toda la dureza del mismo y, en la cúspide, ya asoma la lava, caliente, espesa… Estás excitado como yo lo estoy… Nos abrazamos, fundimos nuestros cuerpos en uno solo… Roce, fricción… Quiero ser el agua que erosione el volcán de tu cuerpo, quiero ser la ola que empuja con fuerza la dureza de tu miembro… quiero ser… así… siénteme, te siento… más… apretados… una sola carne, una sola piel, yo soy tu y tu eres yo… “ (El tacto) “ Tu olor no es impasible a mi nariz, que hace perder la locura a mi olfato, buscando con fiereza...

Relato erótico de Rasputín

BAÑO DE ESPUMA  Como todas las tardes, cuando se ponía el sol, Cris acudía al parque Gustusok buscándole. Aquél día, antes de salir de casa, se dio un baño jabonoso como no lo había hecho en mucho tiempo. Preparó algunas velas que encendió en diferentes lugares del cuarto de baño, puso algo de música chill-out y llenó la bañera con agua caliente, una dosis generosa de jabón y unas gotas de su perfume favorito de canela. Se situó frente al espejo y lentamente desabrochó, uno a uno, los botones de la blusa hasta dejar al aire sus blancos y turgentes pechos, ambos coronados de pigmentados y grandes pezones. Seguidamente, tras deshacer la lazada del pantalón, éste cayó veloz hasta abrazar sus delgados tobillos, dejando entrever tras el encaje de sus braguitas un perfilado vello. El baño estaba a punto, el vapor empezaba a empañar el espejo y el golpear del agua había conseguido una densa espuma que casi rebosaba la bañera. Cris se acercó al grifo y lo cerró. Arrojó las braguitas junto al resto de la ropa y poco a poco se sumergió entre la densa espuma. Primero un pie, luego otro y finalmente tras sus largas y depiladas piernas aquél voluptuoso trasero, principio de una carretera sinuosa y firme. Llevaba mucho tiempo estresada buscándole, tarde tras tarde, sin resultados y necesitaba disfrutar de un momento de tranquilidad e intimidad para poner en orden sus ideas y reforzar su autoestima. Tras varios minutos recostada en la bañera aclimatando su piel al agua caliente, Cris deslizó sus dedos espumosos desde sus pies, ascendiendo lentamente por sus piernas y su vientre...

Relato erótico de Pepitilla

ESPERANDO EL AUTOBUS Estaba oscuro, era tarde, el calor asfixiante. Sin más, apareció ella; sola, en la lejanía, acercándose… y un sudor frío me invadió. Me quedé quieta, inmóvil, sentada en aquella marquesina que anuciaba en un gran cartel: “Esta noche te puede tocar a tí“ y observé con las piernas cruzadas y el pitillo encendido. Mirándote empecé a hervir; tu contoneo, hacía que tu pelo generase ondas eólicas que abrazaban mis senos duros y erectos; mis piernas se arquearon y la brisa abrió mi cremallera dejando al sol mis labios mojados Te acercabas y un olor intenso me provocaba; lo sabías y a mi me gustaba. Tocaste mis labios, cerrando mi boca, permaneciendo muda y tu dedo comenzó a deslizarse cual pista de nieve, lisa y suave. Comenzaste a danzar, a segregar… saliva, sudor que se deslizaba por tu cuello largo y esbelto y que tu mano secaba, cual paño del Pronto en la mesa oval de encina pura, hasta llegar al placer extremo de tu bayeta. Tu tirante se deslizó por el hombro dejando la seda correr por ese carnoso brazo, decidido a subir tu falda… despacio… sin prisas… No dude por más, alargar mis piernas para abrir las tuyas. Seguías de pie, con el hombro al aire y tus manos en esa falda, ya diminuta e inexistente. No lo dudaste y separaste la braga dejando libre tu sexo húmedo y rosado. Esos dedos se movían con suavidad y tu cadera seguía el ritmo con una precisión innata. El movimiento sinuoso abarcó tu cuerpo tembloroso. Mis ojos comían tu coño, mi nariz olía tu sexo y mi...

Relato erótico de Mimi Mimosa

AFRODISIACOS , FANTASIA Y ANONIMATO. Piluca necesitaba un título a toda costa, un título de los de toda la vida, es decir, nobiliario. ¿Cúal?, bueno, en este aspecto no era tan exigente, lo mismo le daba Condesa que Baronesa, y llegados a este punto, Marquesa no estaría tampoco nada mal. Hasta el momento todos sus intentos de conseguirlo habían resultado estériles, cuando había encontrado una víctima propicia a su alcance se le había escapado. Pero esta vez no pensaba fallar, sino con su edad, le iba a faltar poco para dedicarse a vestir santos, como dice el refrán. No dejaba de tirarle los tejos al hijo único de un Marqués, que para colmo estaba buenísimo, pero el tipo se le resistía, y ni corta ni perezosa, decidió celebrar una macro-fiesta de carnaval con la intención de darle caza.¿Cualés serían sus armas?,…pues un disfraz sexy, sexy de la muerte y unas torrijas, tan típicas de estas fiestas. No eran unas torrijas cualquiera, estas estaban elaboradas con un potente afrodisiaco; la canela, pero en cantidades industriales, pues su abuela, que en paz descanse, le había asegurado que funcionaba. Puso pues las manos en la masa y por cada litro de leche hervida añadia seis o siete medidas de canela….una barbaridad, pero, pese a su confianza en la abuela, tan sabia, queria estar bien segura. Llegó la hora y los invitados, más de cincuenta, fueron llegando. Por supuesto todos disfrazados pues la gracia de la fiesta era adivinar quién es quién. Piluca enseguida adivinó donde estaba escondido su Marqués, ni más ni menos que en un traje de super heroe galáctico indefinido,...

Relato erótico de Luzderass

MENU DESENFRENADO A pesar del calor, últimamente nuestros cuerpos se están enfriando, voy a redactar unas líneas para recuperar el apetito sexual. MENU Entrantes: Uno beso ardiente en medio de la calle, donde todo el mundo nos vea. Primer Plato: Al llegar a un lugar privado, te quito parte de la ropa lo más rápido posible. Sólo la parte de abajo. Te empotro contra una pared. Te muerdo los labios, mientras mis manos buscan deseosas tus grandes tetas. Cuando ya tengo localizado mi objetivo, te pellizco los pezones. No te pienses que va a ser un pellizco suave. Voy a ser dura, nada de romanticismo. Ahora que ya vas entrando en sudores fríos, una de mis manos se deslizara por tu espalda, arañándote de arriba hacia abajo. Se detendrá justo en tu gran culito. Te lo inmovilizare fuerte con mi mano, e introduciré uno de mis dedos en él, como sé que no te gusta, esta vez te gustará. Segundo Plato: Seguro que en esta etapa estarás muy mojada. Lo que haré a continuación no te lo he hecho nunca, me lo reservaba para un momento como este. Seguro que ya estas dando vueltas a tu irónica cabeza pensando “Es lo mismo de siempre” No hay ninguna novedad. Te gustará a rabiar y estoy segura de que me pedirás más. Ahora sonrío, sólo de imaginar tu cara de placer. Así que como sé que te gusta jugar, jugaremos. O más bien jugaré yo con tu cuerpo. Espero a verte dado una pista lo suficientemente amplia. POSTRES: Me quede con mi mano en tu culo, o mejor dicho con mi...

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