Átame

Hace unos días Felipe VI comentaba en la entrada «Háblame del mar, marinero» lo siguiente: «¿Qué opinión te merece que para el disfrute de una buena sesión de sexo suela requerir de un atamiento y estimulación progresiva del cuerpo femenino? ¿Debería ir contra ello y fomentar el sexo más «normal»? Está claro, y lo he comprobado, que no a todas les gusta ser atadas, aunque sí a bastantes, y menos recibir cosquillas, un buen principio a mi modo de ver.« En las relaciones sexuales siempre hay que llegar al punto del común acuerdo. A mi me apetece atarte, a ti practicar el sexo en un lugar público, al otro con las luces apagadas y al de más allá hacerlo delante de un espejo… ¿cual es el límite? En mi opinión, ninguno siempre y cuando sea consensuado.   Hay muchas y diferentes maneras de disfrutar el sexo, casi me atrevería afirmar que tantas como personas existen ya que por algo (y menos mal) somos únicos y diferentes. Y tú preguntas si existe algún problema en que te guste atar a tu compañera de cama…supongo que el único problema es cuando únicamente puedes disfrutar del sexo de esa manera porque no siempre tu pareja querrá o, dependiendo del lugar, no siempre se podrá pero, por lo demás, no le veo ningún problema. De hecho el atar y dominar o dejarse atar y someterse suele ser una fantasía bastante común junto con la de tapar los ojos al compañero de cama y que mucha gente practica ayudados de pañuelos o esposas mulliditas.   Sobre lo de «fomentar el sexo más normal» te...

La química

El otro día, en la entrada «Háblame del mar, marinero», María escribía lo siguiente: «Me gustaría que me dijeras que te parece la atracción física o la «química» como se la suele llamar, que tienen unas personas por otras o cómo es posible sentir un cierto «feeling» por cierta persona y ese entendimiento que se da tanto física como emocionalmente por otras personas y que este es correspondido…no sé si se me entiende…  En definitiva, es posible que existan componentes genéticos, psicológicos y culturales para que se crea esta cierta atracción u otros muchos factores o es simplemente una idealización de la persona por la que creemos que sentimos esta sensación?» La verdad, María, creo que has dado en el clavo ya que precisamente es el conjunto de muchas circunstancias lo que hace que surja esa «química». Por un lado están las feromonas que son unas sustancias químicas que segregamos todas las personas en edad fértil y que se captan mediante el olfato. ¿Nunca os ha pasado que os gusta mucho el olor de alguien cuando no lleva perfume? pues ahí tenéis a nuestras amigas. Éstas son capaces de producir una reacción sexual en nosotros de manera totalmente inconsciente. Por otro lado tenemos todo lo que hemos vivido: nuestra educación, nuestras experiencias e, incluso, nuestra imaginación. Muchas veces no nos damos cuenta pero, a lo mejor, si lo mirásemos detenidamente, esa persona que te atrae puede que tenga rasgos que asocies de manera positiva, por ejemplo, puede tener la sonrisa de una amiga, la mirada de aquel compañero de campamento que tanto nos gustó cuando éramos pequeñas, etc. En definitiva, rasgos que...

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR ACEPTAR
Aviso de cookies