por MartaGPeris | Feb 2, 2018 | escritos, instagram
Hoy he tenido que dejarte en sueños. He vuelto a aquel tiempo en el que éramos juntos. En el que existíamos al mismo tiempo y compartíamos un futuro. Te he mirado a los ojos. Te he dicho que te quiero, te quise y te querré. Te he dicho adiós. Y he despertado. He recordado cuando me lo dijiste tú. He tenido que esperar todos estos años para hacerlo yo. No porque te echase de menos, ni porque quedase algo pendiente. Tal vez porque, a veces, nuestro corazón no va al mismo ritmo que nuestra cabeza. Y a pesar de que han pasado años desde que se cerró esa etapa, parece que la información tarda en llegar al subconsciente. Y ahí estabas junto a los olores que me transportan a la infancia, junto a las canciones que no recuerdas pero que, al escucharlas de nuevo, te pones a cantar, junto a un montón de ropa para lavar. Y te he soñado. Como eras, como eres. Con todo lo hermoso y bonito que tienes dentro. Y me siento orgullosa de esos momentos que compartimos. No eres tú, soy yo. Hasta siempre. 〰️ ——– Te espero en Instagram...
por MartaGPeris | Oct 5, 2017 | PK
En Proyecto Kahlo este mes hablamos de Despedidas. Las rupturas de pareja son despedidas. De ti, de tu pareja, de lo que fuisteis, de lo que pensasteis que ibais a ser. Y a veces pensamos que salir adelante va a ser difícil. Pero ¿sabes qué? Estarás bien. Pinchando aquí podéis leer mi escrito. Dedicado a todas esas personas que supieron despedirse bien, con respeto y cariño. A las personas que lo hacen como un elefante en una cacharrería, atropellando emociones y manchando lo que fueron y lo que son… a esas personas ya les dedicaré otro. Este no. Este es para las personas de corazón. La ilustración que me acompaña es de Javitxuela. Gracias,...
por MartaGPeris | May 30, 2017 | escritos
Hoy, al salir del trabajo, he visto como un hombre sacaba de una sillita a una niña -deduzco que su nieta- y la dejaba con todo el mimo en el suelo. Pero luego, con el ceño fruncido le ha dicho «te has portado mal, ya no te quiero«. La pequeña no tendría ni 3 años y le miraba triste sin entender. Yo, con 34, también. Seguro que más de unx habéis escuchado esa expresión alguna vez, ¿verdad? Todxs sabemos que no se dice en serio, que no representa una realidad pero ¿nos damos cuenta de la crueldad que transmite? Al final, con ese «ya no te quiero«, lo que entiende la peque es que si no hace lo que le dicen, si no es obediente, puede perder el amor que recibe. Somos seres emocionales y necesitamos saber que un amor tan incondicional como ese no va a cambiar en función de como me comporte porque, si no es así, ¿qué es lo que tengo?. Inseguridad. Qué mensaje más doloroso, ¿no creéis? Un chantaje emocional en toda regla que, además, puede provocar muchas cositas en su futuro, en su vida de adulta. Y no, no estoy exagerando porque, por desgracia, me lo encuentro en terapia. Puede conseguir que se convierta en una persona que no se atreva a contradecir a las personas que quiere por miedo a que eso suponga una pérdida de afecto e, incluso, una persona que se cierre al amor por miedo a perderlo. Porque creces, conoces a alguien y decides diluirte, desdibujarte, para no desentonar, ceder para no discutir, asentir por ver a tu pareja discutir, excusarle para...
por MartaGPeris | Ene 4, 2017 | escritos
Imagen de Guy Bourdin Te fuiste y me quedé esperando. Dijiste que no volverías, que no había nada que hacer, que ya nuestro tiempo había pasado. Que había terminado. Te ofrecí un tiempo -en el que no creía-, te dije que estaría aquí si regresabas, que no me movería. Te fuiste y me quedé pensando. Al día siguiente me levanté con el regusto del café. La vida era diferente, la luz había cambiado, la ducha no reconfortaba como antes y pensé que nunca más volvería a tener algo así. En eso no me equivocaba, cada relación es única, cada momento genuino y cada pareja -persona- escribe un capítulo diferente en el libro de tu vida. Pasaron horas, pasaron días y, al final, el tiempo todo lo cura. Las heridas que no cerraban, sanaron. Los pensamientos que no se iban, cambiaron. Las posibilidades que no encontraba, aparecieron. Las oportunidades para seguir adelante, las creé. Te fuiste y me conocí. Pensé en mí como nunca lo había hecho. Me quise, me cuidé y me consentí como nunca. Y me di cuenta, de que me caía bien, que me llevaba bien conmigo misma y que estaba dispuesta a vivir así el resto de mi vida. Te fuiste y crecí. Quedaron millones de historias, de momentos, de todo lo que aprendí contigo, de todo lo que descubrí de mí. Quedó muchísimo amor que guardé bien. Te fuiste y nos veíamos. Y mucha gente levantaba una ceja, porque con «los ex» no se habla. Como si perteneciéseis -perteneciésemos- todos los que sois -somos- «ex-algo» a un grupo que no tiene permitida la entrada en...
por MartaGPeris | Oct 15, 2015 | dudas
El otro día me pedía una chica que hablase de las rupturas. Pero no de las rupturas en general sino de cuando tu pareja te deja por otra persona. Pero no por una persona cualquiera sino por su ex. Esto es lo que ella quería porque afirmaba que eso es lo más doloroso que te puede hacer alguien. Las relaciones de pareja pueden ser realmente maravillosas y, por eso, cuando una acaba, duele. Y mucho. Y sentimos pena, angustia, impotencia, rabia, desilusión, -añade aquí lo que sientas tú-… y, como parece que nos sabe a poco, nos ponemos en modo freudiano e intentamos averiguar el porqué, el motivo, el origen… con ese impulso que nos sale de dentro, como el que se toca una y otra vez una herida con la falsa esperanza de que una de esas veces no vaya a doler tanto. El amor se termina, a veces los caminos se separan y no sirve de nada aferrarse a algo que ya no late, que no está vivo. Lo mismo da que te dejen por alguien o por otro motivo porque la consecuencia es la misma: ya no está contigo. Los fantasmas de las «ex» persiguen a muchas personas y, si se da el caso de que tu pareja vuelve con la suya, el monstruo de las inseguridades y del miedo te pasa una nota por debajo de tu puerta que dice «a ti nunca te quiso, siempre pensó en ella» e inmediatamente le creemos porque… ¿quien no creería a un monstruo? uy! pues ahora que lo digo, igual es un poco absurdo, ¿no crees? Igual estamos...