por MartaGPeris | Feb 2, 2012 | escritos
«Para atrás como el cangrejo» es una expresión que siempre ha utilizado mi padre cuando le entregabas unas malas calificaciones del colegio y esa es la nota que se llevaría hoy, por mi parte, la sanidad pública. Hace unos años tú podías ir a tu ambulatorio y pedir una cita con tu ginecólogo sin más complicaciones. Ibas el día indicado y el ginecólogo te hacía una revisión completa: mandaba análisis de sangre, hacía citología, ecografías si eran necesarias, palpación de las mamas por si había algo, etc. Te ibas y en nada de tiempo el médico de cabecera se ponía en contacto contigo, te comentaba los resultados y listo! ¿Ahora? Ahora lo primero de todo es pedir cita con tu médico de cabecera…que me parece bien que haya que filtrar para que los especialistas no se vean saturados por consultas innecesarias pero vamos, que de cómodo tiene más bien poco. LLegas a tu médico ¿y que te encuentras? que al ginecólogo ya no le vas a ver ni en pintura en tu revisión. Que te miran con cara rara cuando comentas lo del análisis de sangre porque eso no se hace a los menores de 35 años (ni aunque te explicasen el primer año que te recetaron la píldora que es necesario un análisis de sangre anual) y ¿palparte el pecho? que va!! eso no pasa nada, ¿no ves que eres muy joven? hasta los 35 nada. La citología si, con la matrona…menos mal! algo me revisan! ¿Conclusión? ¿Los menores de 35 años tenemos una salud de hierro? ¿Somos una nueva generación de superheroes y nadie nos lo había...