por MartaGPeris | Jun 14, 2010 | relatos eróticos
ENTRE EL SOLLOZO Y LA RISA DEMENTE «Sorpréndeme, a ver qué haces con los ojos vendados y las manos atadas», dice la muchacha. La muchacha está, en el mal sentido de la palabra, buena. Mamacita, como dicen por aquí, aunque demasiado alta y delgada. Parece una auténtica vampiresa, la quintaesencia de la femme fatale. Tiene una espesa melena negra que desciende hasta los hombros, ojos grises y la piel lechosa. Tú la viste desde que estaba chiquita en la esquina. Se fue creciendo hacia ti, caminando suelto, sin importarle nada y aferrando con su mano derecha doce metros de mecate. Calzada con tacones transparentes, expulsaba el humo de un cigarrillo dibujando varios aros mientras su ajustado vestido rojo seguía dejándole al descubierto la rayita donde empiezan las tetas y un poco más arriba de las rodillas; medio mundo giraba la cabeza para seguir sus pasos, y ella aparentaba no enterarse. Entonces se te ocurrió apartarte de la ventana de tu oficina e ir a hablarle. «¿Pa’dónde va, mi amor?», le preguntaste cuando pasó por tu lado. «Por ahí», dijo ella. «Venga. La invito a mi casa.» Ella se te paró de frente y te miró fijo a los ojos. «¿Tienes esposa, hijos?» «Sí, pero ahorita no están, mi amor. Ándele, vamos.» «Está bien. Llévame.» Ni tardo ni perezoso, la condujiste de la breve cintura hasta el dormitorio de tu casa. «Quítate toda la ropa excepto la corbata», dice ella con un tono severo que se superpone a su lujuriosa voz. La miras sorprendido. «¿O es que prefieres que me vaya?» El juego te gusta. Es diferente. Obedeces. «Buen chico.»...
por MartaGPeris | Jun 14, 2010 | relatos eróticos
ASÍ…SIEMPRE -Sorpréndeme, a ver lo que haces con los ojos vendados y las manos atadas. Estas palabras resuenan en el interior de mi cabeza. Mi cuerpo aún está bajo los efectos de tu penetración implacable, pero suave, varonil pero caballerosa, intensa e íntima a más no poder. No me decido a moverme lo más mínimo. Es tal el placer que he experimentado que no quiero se me escape por algún lado. Ha sido algo digno de vivir. Nunca antes te había recibido con tantas ansias acumuladas o al menos eso me has hecho sentir. Para cuando llegaste a explotar dentro de mí, yo lo había hecho ya tres veces seguidas. No sé como será el séptimo cielo o si ni siquiera existe pero esas horas fueron celestiales. Mi cuerpo casi ni me lo sentía, era como un espíritu flotando en el aire. Si me hubiese muerto acto seguido, pienso que no habría perdido nada. Lo que me queda por sentir en la vida no creo pueda superarlo. El listón está tan alto que me temo que no lo podremos rebasar. ¡Aunque, tratándose de nosotros dos, es más que posible! La lluvia golpea con fuerza la claraboya de tu ático. No sé que hora puede ser. No sé si tan siquiera el tiempo sigue pasando o se ha detenido en la estancia donde estamos para siempre. Ahora que voy recuperando el pulso de la cruda realidad, no puedo ver si es de día ya, porque sigo con los ojos vendados, tal y como te gustó que lo hiciésemos. ¿Eras sincero cuando me decías que si te miraba te quitaba la concentración y durabas...
por MartaGPeris | Jun 14, 2010 | relatos eróticos
MARCACIÓN POR VOZ – Sorpréndeme, a ver lo que haces con los ojos vendados y las manos atadas – le dijo a María dirigiéndole una insinuante mirada. Se quitó su cinturón fino de piel, y con él le ató las manos a la espalda. Después, cogiendo un amplio pañuelo de seda roja, lo anudó alrededor de la cabeza de María, privándole completamente la visión. María lo dejó hacer, con una sonrisa malévola en su cara, como quien con un as en la manga ve a su enemigo creyéndose ilusamente ganador. Pedro quería que esa noche fuese distinta: hacía justo un año que vivían juntos, y habían comenzado la noche con una cena especial, donde las velas tampoco habían faltado. – Sabes muy bien que aunque prescindas de mi sentido del tacto y de la vista, dejas libre mi sentido más sexual: mi cerebro – dijo María, intentando desde el principio ser provocadora. – Dudo mucho que puedas excitarme demasiado con ese órgano. Sabes que lo que a mí me gusta es algo más físico. – De acuerdo – María se trazó un plan. Tenía localizado mentalmente su móvil sobre la mesa, aún sin retirar. Dirigiendo su voz hacia el terminal, pronunció con voz alta y clara: 6-6-9-4-5-0-1-2-2. Cinco segundos después, alguien respondió por el altavoz, que estaba activado. – ¿María? – Sí, soy yo. ¿Qué tal? ¿Puedes hablar unos minutos? – Muy bien. Y dime, tengo para ti todo el tiempo del mundo, ya lo sabes. – ¿Serías capaz de acordarte de lo que más me gustaba? – Si te refieres al sexo, sí, por supuesto, pero ¡qué pregunta! – Dime por...
por MartaGPeris | Jun 14, 2010 | relatos eróticos
Buenas tardes y mil disculpas por la «desparición» semanal! Aquí vuelvo con más fuerza y no se me ocurre mejor manera de retomar el blog que con los relatos participantes en el Segundo concurso de relatos eróticos Destino: Placer. El orden de publicación, como la vez anterior, será alfabético según el pseudónimo elegido. Espero que disfrutéis de su lectura y no os olvidéis de votar por vuestro preferido en la encuesta que aparece a la derecha. Las votaciones se cerrarán el 30 de Junio a las 00:00 hrs. ¡Muchísima suerte a...
por MartaGPeris | Jun 2, 2010 | tontunas
«Paseando» por el ciberespacio me he encontrado varias noticias que me parecen realmente curiosas, así que aquí me tenéis porque no os las podéis perder!! «Un anciano se vuelve adicto al sexo tras caer de un árbol». Esta noticia ha sido publicada por el diario inglés «The sun». En ella omentan como Angelo De Luca, un hombre de 81 años, se «convirtió» en adicto al sexo tras caer de un árbol y estar varios días en coma. El Sr. De Luca, tras abandonar el hospital, se gastó más de 3000 euros en prostitutas. ¡Leer para creer! Pinchad aquí si queréis leer la noticia en ingles o aquí si la preferís en español. El blog «Neuronas asesinas» nos deja las otras dos noticias: 1. «Acusado por enseñarle a una amiga la felación de un murciélago». Eso es, como podéis leer pinchando aquí, el psicólogo irlandés Dylan Evans fue acusado de acoso sexual tras enseñarle a una compañera un artículo sobre las actitudes masturbatorias de los murciélagos, ya que ésta lo consideró como una insinuación. 2. «Princesa Leia lavacoches». Ya sabemos que el sexo vende y los iconos sexuales creados por el cine aun más. La princesa Leia se instaló en la fantasía de millones de personas tras el estreno de «Star Wars» y, la ONG «Make a wish», la utilizó como aclamo en un lavadero de coches en Los Angeles. Evidentemente fue un éxito, esto no se ve todos los...